Los peritajes confirmaron que había ADN de los dos sospechosos del crimen de Lucía Pérez, la adolescente marplatense drogada y violada hasta la muerte, en objetos hallados en la escena del crimen. “Se hicieron estudios en objetos y muestras –porque también había muestras de hisopados del cuerpo de Lucía–, y se encontró en el lado externo y el lado interno de los preservativos ADN de Farías y en colillas de cigarrillos ADN de Offidani”, dijo a este diario la abogada de la familia Pérez, María Marta Iaconi en referencia a los imputados Matías Farías y Juan Pablo Offidani, de 23 y 41 años, imputados por abuso sexual seguido de muerte el primero y como partícipe necesario el segundo de ellos. La abogada Iaconi añadió que esos resultados “confirman la hipótesis de la fiscalía, que los acusó por abuso sexual agravado por el suministro de estupefacientes en concurso ideal por femicidio”, una acusación que recae sobre Farías como autor, sobre Offidani como partícipe necesario y sobre el acompañante terapéutico de Offidani, Alejandro Maciel, como encubridor, que ayudó a eliminar pruebas. “Por eso no hay ADN de Maciel, ni lo esperábamos, porque la hipótesis es que él participó del lavado del cuerpo, porque al hospital Lucía llegó bañada y con la ropa puesta como si no se la hubieran sacado nunca”, advirtió la abogada.
Por la causa, todavía están privados de la libertad los tres imputados, aunque uno de ellos, Maciel, solicitó la eximición de prisión por ser hipertenso y porque en el penal de Batán, donde se encuentra alojado, se contagió sarna. Ese pedido todavía debe ser respondido por el juez, que pidió al Servicio Penitenciario la aplicación de una serie de medidas de salud y además debe evaluar la presentación de la familia Pérez, que se opuso a la libertad del imputado. “Si le dan el beneficio, hay riesgo de que se fugue. Ya estuvo prófugo y además no tiene domicilio fijo en la ciudad, él mismo lo declaró. También hay riesgo de entorpecimiento probatorio, muchos testigos que han testimoniado que el día de la muerte de Lucía vieron entrar a Offidani y Maciel en casa de Farías, y tienen miedo”, detalló la letrada. En las semanas que siguieron al crimen de la adolescente, además, los padres y el hermano de Lucía fueron amenazados en dos ocasiones, una de ellas con arma de fuego.
Ante la información, la familia de Lucía “reacciona como puede, están llevando adelante un dolor indescriptible”, dijo la abogada. “Y no la tenemos a Lucía para que cuente lo que le hicieron ese día. Hay una parte que quizá no la sepamos nunca, ellos son conscientes de eso”, agregó.
Los resultados de los estudios de ADN realizados en el Centro de Investigaciones Forenses de Junín confirman las presunciones de los investigadores. “En la hipótesis del caso estaba la posibilidad de que Lucía hubiera muerto por sobredosis, por reflejo vagal por el dolor de la violación, o por ambas causas. Y al encontrar ADN en los preservativos de Farías, pero no en los hisopados vaginal y anal de Lucía, la interpretación que hacemos nosotros es no la confirmación pero sí el refuerzo de la hipótesis según la cual a Lucía le habrían introducido elementos que no eran el miembro viril masculino. Esa hipótesis, además, cierra por las lesiones que tiene Lucía en el cuerpo, lo dijo la médica, no lo inventamos nosotros”, aclaró Iaconi.
En la causa todavía están pendientes dos peritajes, uno histopatológico, para determinar con exactitud la causa de la muerte,y otro sobre el humor vitreo, que a partir de tomar una muestra del globo ocular puede establecer la hora de la muerte y la existencia de tóxicos en el cuerpo de la joven, algo que ya fue probado pero en un análisis de rutina.
Una vez resueltos esos estudios, la familia Pérez posiblemente solicite el fin de la instrucción y la elevación de la causa a debate oral.