Después de la eliminación de Argentina en los octavos de final ante Francia en el Mundial de Rusia, Jorge Sampaoli se llamó a silencio. Recién ayer el ex entrenador de la Selección dejó atrás esa postura, y lo hizo en declaraciones al diario español Marca. “En Argentina hay que ganar como sea, y así no se puede”, afirmó, y agregó: “La mochila que tenía este grupo era demasiado pesada, estábamos todos empujados a un camino de obligación en el que era difícil hacer surgir el talento”.
El técnico aseguró que los meses en que permaneció sin hacer declaraciones le sirvieron para analizar el postmundial. “Necesitaba poner en claro cosas de cara a mi futuro. Me alejé de la vida mediática. Pero no dejé de hablar con el mundo del fútbol ni perdí mi vida social, ni dejé de ir al cine ni de irme a tomar un café a un bar. Y nadie cara a cara me criticó, al contrario”, remarcó.
Al hacer una autocrítica, dijo que se responsabiliza “de que en la Selección no pude generar mi estilo, lo que siento futbolísticamente, y eso me servirá para el futuro, porque yo quiero disfrutar del juego”. “Mire lo que pasó en el Mundial: lo ganó un equipo a base de recuperación y carreras largas (Francia). Y uno de mis candidatos, que era España, se quedó fuera rápido”, expresó.
Al hacer un balance del tiempo que estuvo al frente del seleccionado, Sampaoli insistió en que fue “un trabajo muy duro porque sólo había una opción: ser campeones del mundo” y remarcó que “en esa obligación ante cualquier adversidad, todo era más complejo”. “Debíamos tener equilibrio para que la obligación de ganar que tenía el jugador argentino no generara más ansia. Cada partido era casi un sufrimiento”, reconoció.
Del paso por Rusia 2018, donde Argentina sólo pudo ganarle a Nigeria en la fase de grupos, destacó la experiencia de entrenar a Messi, al que “le pesaba como el que más no haber podido trascender grupalmente”. “Verlo tan comprometido, sufriendo mucho cuando no se ganaba. El mejor jugador de la historia estaba muy comprometido. Leo sufría como ninguno la imposibilidad de ser”, añadió. Acerca del papel que le dio a algunos referentes como Javier Mascherano a la hora de tomar decisiones, dijo: “Yo lo tomo como una decisión honesta en pos de que Argentina prosperase como grupo. Busqué todas las maneras para involucrar al grupo, para tratar de que el jugador se sacase la mochila de no ganar, esa ansiedad que les impedía desarrollarse individual y colectivamente. Pero una cosa eran los entrenamientos, que eran de un nivel altísimo, y otra los partidos, donde no podíamos sostener ese nivel de juego”. Y agregó: “El problema no era que hubiera reuniones entre los jugadores, sino que se volvieran públicas”.
El ex seleccionador argentino consideró que “la histeria de la inmediatez, el ganar como sea” pudo haber afectado a Messi y su rendimiento. “Viene de una estabilidad muy grande en su club de España. Allí maneja los tiempos. Y llega a su país, Argentina, y tiene que ganar como sea, con una histeria colectiva muy grande. Así no se puede. Y si no gana, sabe que se le vienen críticas. Así no se puede jugar ni disfrutar”, afirmó.
Acerca de las chances de Messi de obtener el título con la Selección en Qatar 2022, Sampaoli aseguró: “Por supuesto que puede ser campeón. Pero esto necesita un proceso. Es decir, si no se gana la Copa América (el año que viene en Brasil) hay que mantener el proceso, no romperlo. Ya basta de esta locura de que si no ganás sos un perdedor. Si se cree, se puede ganar aunque sea más tarde. Pero hay que creer”.
El entrenador nacido en Casilda también se refirió a su relación con Claudio Tapia, presidente de la AFA, y con los demás dirigentes. “Estoy agradecido de que me dieran la posibilidad. Tapia también vive en este mundo de obligatoriedad, de necesidad, de inmediatez. ¿Qué le puedo reclamar a Chiqui si en parte es una víctima de la sociedad argentina exitista?”, concluyó.