Más de sesenta familias de la localidad entrerriana de Villa Diamante tuvieron que ser evacuadas en las últimas horas ante el inminente derrumbe de una barranca, que está situada sobre una falla geológica que se extiende día a día. Especialistas de Defensa Civil de esa provincia esperaban que el desmoronamiento se produjera este lunes por la noche por las precipitaciones que habían sido anunciadas por el Servicio Meteorológico Nacional, pero las lluvias fueron débiles y la caída de tierra no se había producido hasta el momento.
Ayer, el intendente de Diamante, Lénico Aranda, manifestó ante la prensa local que desde hace aproximadamente un mes se trabaja con el desprendimiento o marcado de la barranca en la zona del Cristo Pescador. “Se hizo un relevamiento y luego de la visita de geólogos y de Defensa Civil de la provincia y de Diamante, se valló el lugar y se entró en la etapa crítica de evacuación por riesgo para los que viven allí”, indicó. Y agregó: “Informes de geólogos del Conicet dan cuenta de que hay 130 metros de barranca con peligro inminente de desprendimiento. Nuestra barranca tiene la misma topografía que la de Santa Elena, La Paz, el Parque Urquiza de Paraná y la falla llega hasta Victoria”.
El funcionario explicó además que “las barrancas son arcillosas y húmedas, hay muchas vertientes y el sistema de estabilización que tiene es por drenaje”, y que “el gran corrimiento de la barranca fue entre los años 1975 y 1978, donde se llevó todo lo que había de la costanera de Diamante”. “Cuando empezamos a decir que había riesgo de vida, la gente no lo tomó en serio porque la falla se veía apenas arriba, pero iba por abajo. Hay huecos de un metro de ancho y cuarenta de profundidad. Realmente es preocupante lo que se ve. Hay casas afectadas a unos cuatro o diez metros”, dijo el intendente, que concluyó: “Caerse se va a caer, el derrumbe podría darse en este momento o en un mes”.
Los bomberos voluntarios indicaron que la inestabilidad de la barranca ya no es una grieta, como decían al principio, y la describieron como una falla geológica. En tanto, voceros del municipio confirmaron que como el desprendimiento “es inminente” continúan con las evacuaciones debido a que la falla se extiende y “ya está comprometido el Cristo Pescador, que hace pocas horas era considerada una zona segura”.
La zona de emergencia por la posibilidad de desbarrancamiento tuvo que ser ampliada y ahora afecta a 38 familias más, por lo que suman un total de 64 familias las que se encuentran en la zona de riesgo. Una buena cantidad de las personas evacuadas fueron trasladadas a domicilios de familiares y allegados mientras Defensa Civil anunció que “no hay menores de edad en la zona más comprometida”. En los casos en los que algunas familias se niegan a abandonar sus domicilios, las autoridades solicitaron que se ordene el desalojo judicial para evitar “una eventual catástrofe”. La Policía Departamental de Diamante está haciendo un control perimetral para que no ingrese más gente a la zona afectada.
Mientras tanto, se realizaban colectas para asistir a familias damnificadas, en particular con alimentos no perecederos, agua, ropa y calzado, frazadas, pañales, artículos de limpieza y de higiene personal.
Durante el lunes por la mañana se produjeron desplazamientos de bloques de la barranca ubicada en la zona donde se encuentra el Centro San Roque y el Cristo Pescador.