El gobierno de Estados Unidos responsabilizó ayer al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de la muerte del opositor venezolano, Fernando Albán, quien fue acusado de participar en el atentado contra Maduro. “Estados Unidos condena la implicación del régimen de Maduro en la muerte del concejal opositor venezolano Fernando Albán”, señaló la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en un comunicado. El vicepresidente, Mike Pence, publicó después un tuit en el que condenó la muerte del concejal del partido político, Primero Justicia, “a manos del régimen de Maduro”. “El régimen sigue matando a inocentes y a aquellos que defienden la democracia. Estamos del lado del pueblo venezolano y pedimos la liberación de los prisioneros políticos”, escribió Pence.

Albán había sido detenido el pasado viernes en el aeropuerto de la capital venezolana, a la vuelta de un viaje personal en Nueva York, y de allí los trasladaron al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Caracas. Tres días después, la sociedad venezolana recibió la noticia de su muerte. Luego de la autopsia del cuerpo, el fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, ratificó la versión oficial que afirma que el concejal se habría suicidado al saltar desde la ventana del décimo piso del Sebin. 

Las autoridades del país caribeño acusaban a Albán de formar parte de un complot para asesinar al mandatario, caso donde también está involucrado su compañero Julio Borges, considerado como uno de los actores intelectuales del intento de magnicidio.  

La muerte de Albán desencadenó condenas en la región y también a nivel internacional. En efecto, el ministro español de Asuntos Exteriores, Joseph Borrell, convocó ayer al embajador de Venezuela en España, Mario Isea, para pedirle explicaciones respecto de las varias versiones que rodean la muerte del concejal. Asimismo el ministro instó al gobierno a realizar una investigación independiente y le exigió resultados rápidos sobre los responsables. Por su parte la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos confirmó el martes que investigará la muerte del legislador. “El Consejo de Derechos Humanos encargó a nuestra Oficina elaborar un informe sobre Venezuela, por lo que miraremos esto e investigaremos todos los aspectos de la situación de los derechos humanos en Venezuela”, explicó. Desde la diplomacia regional, Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) y quien hace semanas amenazó con intervenir militarmente a Venezuela, condenó la muerte de Albán y responsabilizó a Maduro. Del mismo modo, la conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) evidenció sus dudas sobre el presunto suicidio debido a las profundas convicciones religiosas del opositor. 

Los restos del fallecido fueron despedidos ayer por una caravana de simpatizantes que recorrió más de doce kilómetros de la ciudad de Caracas.