El presidente Mauricio Macri dijo ayer que el Lago Escondido, en El Bolsón, “tiene un mejor acceso” desde que está en manos del magnate británico Joe Lewis -accionista de Edenor-, a quien en conferencia de prensa desde la Casa Rosada reconoció como su amigo y lo definió como un empresario que colabora desinteresadamente con el país. Para justificar esa afirmación, que contradice las denuncias de los vecinos de la zona, el Presidente explicó que ahora hay un “acceso peatonal desde la ruta nacional (40)”, aunque omitió aclarar que para llegar por ahí al lago hacen falta cuatro días de cabalgata y que el camino sólo es transitable en verano. El único acceso a pie que reconoce la comunidad, según constató PáginaI12, es el antiguo camino público de Tacuifí, obstruido por las tranqueras que tanto Lewis como el gobierno de Río Negro se niegan a abrir pese a que la Corte provincial les ordenó hacerlo hace cinco años. Existe un tercer camino por tierra, que es privado y fue construido por el empresario para que sus peones entren y salgan de la estancia. Tal como lo hizo el propio Presidente en marzo pasado, la forma privilegiada de acceder al lago es por la vía aérea. En aquella oportunidad, para pasar unos días de vacaciones en la estancia de Lewis, el presidente utilizó uno de los helicópteros del magnate y pagó cinco mil dólares por el viaje, según afirmó Nicolás Van Ditmar, mano derecha del británico en el sur desde 1996, año en que compró las 12 mil hectáreas que encierran el Lago Escondido.
Ese camino es “intransitable” contestó ayer en una carta abierta dirigida al Presidente la senadora por Río Negro Magdalena Odarda, impulsora de la causa que exige el libre tránsito hacia el lago. “Lo invito a conseguir caballos, recorrer el sendero durante cuatro días por alta montaña, solo con los elementos que utiliza la gente en los días de campo, para ver si podemos llegar por allí al Lago Escondido, pernoctando en refugios de montaña”, lo dasafió la senadora, quien agregó que la travesía es sólo practicable en verano, dado que “en invierno, primavera y otoño, la nieve y el frío lo impiden”.
En mayo del año pasado, a manera de protesta simbólica, un grupo de militantes nucleados en la Confederación de Trabajadores de la Economía Informal (CTEP), encabezados por la diputada Silvia Horne, intentó ingresar a Lago Escondido por otra vía: el camino público de Tacuifí. No lograron llegar a destino. Se toparon con los capataces de Lewis y con una sorpresa: entre los que impedían el paso estaba Juan Carlos “El chaqueño” Martínez, ex candidato a intendente del PRO. Ante reclamos similares, el propio Van Ditmar llegó a postular que “vamos a defender la propiedad privada con sangre si hace falta”.
Con argumentos similares a los que utilizó para referirse al Lago Escondido, Macri sostuvo ayer que los cuestionamientos dirigidos al terrateniente extranjero por sus negocios en el país forman parte de “una búsqueda sistemática de agredirlo”. El Presidente negó que Lewis esté vinculado al negocio inmobiliario sobre el Perito Moreno que despierta el rechazo de la comunidad de la zona por sus consecuencias ambientales y defendió el avance de la construcción de una represa hidroeléctrica en uno de los ríos afluentes del Lago Escondido que tiene la concesión vencida desde hace un año por falta de obras. Para Macri, Lewis “eligió la Argentina para vivir unos años, no nos pide nada, dio trabajo”. “No entiendo porqué agredirlo”, agregó.
Tras reconocer que lo une una amistad de años con el magnate y afirmar que no tiene “vínculos comerciales” con él, Macri intentó desligarlo del negocio inmobiliario sobre el Perito Moreno, resistido por la comunidad de El Bolsón y frenado por un amparo judicial. “Averigüe que (Lewis) no tiene nada que ver con el proyecto Laderas”, sostuvo, y pidió a la prensa “ser precisos” con la información. Según Macri, ese proyecto inmobiliario, que incluye un country, una pista de esquí y una cancha de golf sobre una reserva natural de agua y un bosque nativo protegido por la Unesco, está siendo llevado adelante por “un grupo inversor argentino”. Laderas del Perito Moreno SA, la empresa beneficiada por el loteo de esas tierras figura efectivamente a nombre de un argentino, Maximiliano Mazza. Lo que Macri omitió precisar es que Mazza es el cuñado de Van Ditmar, quien además de ser el capataz de Lewis figura asociado en varias de las empresas del magnate. Incluso su nombre llegó a figurar en la página web oficial de Tavistock Group, el grupo empresario de Lewis, como miembro del staff, pero luego fue borrado.
“Laderas. ¿Qué dijiste de Laderas?”, inquirió Macri al periodista que le preguntó sobre ese negocio. “No se dónde queda -siguió el Presidente- pero de lo que estoy seguro que no tiene nada que ver con Joe Lewis”. Los vecinos de El Bolsón y de Mallín Ahogado lo desmienten. Señalan, entre otras cosas, que el único camino para llegar hasta Laderas nace en Lago Escondido. Hay más evidencias que lo contradicen: en 2010, en una entrevista para un diario de Bariloche en el que habló de los proyectos futuros de Lewis en la zona, Van Ditmar mencionó que construiría “nuevas telecabinas” para “un centro de esquí” que tenía en miras. Fue un año antes de la licitación de las obras, que estuvieron frenadas hasta el año pasado, cuando el actual intendente de El Bolsón -y ex contador de Laderas SA-, Bruno Pogliano, las autorizó. El loteo terminó aprobándose en diciembre, en una escandalosa sesión del Concejo Deliberante local, a puertas cerradas y con la policía de Río Negro reprimiendo a los manifestantes que rechazan el negociado. Un amparo iniciado por la asamblea de vecinos, con el apoyo de 5 mil firmas, logró frenarlo.
Como si fuera un vocero de su amigo, Macri elogió además la central hidroeléctrica que Lewis construye en Río Escondido. “Presentó un proyecto para generar energía con una turbina con el agua que cae al lago, con lo cual va a aportar energía renovable que reemplazará a la contaminante que se produce en El Bolsón con gasoil”. No es lo que dicen los vecinos, quienes afirman que si no hay control provincial, el río podría secarse en verano y que, además, la concesión de la obra para el uso el río -que es público- está vencida, porque no se construyó dentro del plazo esperado. Que Lewis apuesta a la energía no es falaz: asociado a Marcelo Mindlin, compró este año Petrobras Argentina, incluidas las acciones en poder de la Anses.
Informe: Matías Ferrari.