Artes Gráficas Rioplatenses, del Grupo Clarín, ratificó ante el Ministerio de Trabajo la decisión de cerrar su planta de Pompeya, donde despidió a todos sus trabajadores. En la audiencia de conciliación en la que participaron los abogados de la empresa, representantes gremiales y la directora de Relaciones Laborales del ministerio, el sindicato pidió a la cartera que encabeza Jorge Triaca que dicte la conciliación obligatoria, retrotrayendo los despidos. La medida es lo habitual en conflictos en los que peligran empleos. Pero la funcionaria sostuvo que no estaba habilitada para intervenir. Poco después, en la puerta de la imprenta ubicada en Pompeya la policía tiró gases lacrimógenos y disparó con balas de goma contra los trabajadores y familiares que permanecen apoyando la ocupación de la planta.
La represión se desató cuando la Federal intentó colocar un vallado para separar a los trabajadores que están en el interior del predio, tras las rejas de un portón, de quienes los acompañan en la vereda. Uno de los heridos fue el delegado Ezequiel Gatti, que recibió dos perdigones en la cabeza y otro en la espalda.
“Escuchábamos el resultado de la reunión que el sindicato mantuvo en Trabajo cuando nos reprimieron”, contó su compañero Leonardo Hasur. El integrante de la comisión interna agregó que la planta “está rodeada” además por la Gendarmería. También en torno al edificio donde funciona la redacción de Clarín se mantienen desplegados patrulleros y carros de infantería.
Héctor Amichetti, titular de la Federación Gráfica, encabezó la delegación gremial en la audiencia, junto a un grupo de delegados. “La empresa llevó una posición muy cerrada”, dijo a PáginaI12. “Vemos que la decisión de Clarín en este conflicto está en línea con lo que auspicia el Gobierno, meter presión para flexibilizar las condiciones de trabajo”.
La planta de AGR es una de dos más importantes del país en su rubro. Se trata de un taller con niveles salariales altos y donde los trabajadores habían conseguido revertir situaciones desventajosas. “Ellos han venido presionando para modificar estas condiciones de trabajo”, continuó Amichetti; “ahora, no han dado una discusión por la vía que corresponde, porque un convenio se acuerda entre una cámara y un sindicato, ellos tratan de imponerlo en una fábrica. No dicen abiertamente ‘vamos a salirnos del convenio’, pero en los hechos buscan pasar a un convenio flexibilizado y por empresa”. El sindicato ratificó que mañana hará un paro de 24 horas.
El Grupo Clarín, controlante de AGR, anunció el lunes el cierre de la planta y argumentó que buscaba “preservar la salud financiera y la fuente laboral del resto del complejo industrial de AGR”, donde en total se desempeñan 780 personas. También sostuvo que la planta de Pompeya cuenta con 270 gráficos. En cambio, el gremio asegura que los trabajadores despedidos son 380.
Pablo Viñas, de la comisión interna, cuestionó la actitud del ministerio frente al pedido de conciliación. “La ley dice que una empresa de esta magnitud, para despedir a más del 15 por ciento de su planta, tiene que iniciar un procedimiento preventivo de crisis. Acá no lo hubo, como tampoco hay quiebra.”