Docentes, estudiantes y autoridades de los 29 profesorados de la ciudad de Buenos Aires que se oponen al proyecto de creación de la Unicaba marcharon durante la tarde de ayer desde el Palacio Pizzurno hasta la Legislatura porteña para exigir el retiro del proyecto, advertir sobre el cierre de los profesorados y repudiar la propuesta oficial de coexistencia de los profesorados con la nueva universidad de formación docente.
Pese a la modificación del proyecto original, presentada a la Legislatura el 31 de agosto y que propone que la Unicaba coexista con los profesorados terciarios –en lugar de reemplazarlos–, la comunidad educativa sigue firme en la lucha. “Habrá seis reuniones para discutir el proyecto y se estima que se estaría votando en el recinto a mediados de noviembre”, advirtió la Asociación docente de la Ciudad de Buenos Aires (Ademys).
“El día de hoy no es uno más para marchar porque justamente hoy se empezó a debatir la versión actualizada del proyecto en la reunión de asesores de legisladores. Pero los terciarios tenemos una postura muy firme: la formación docente tal como la conocemos hoy en día garantiza una mirada crítica sobre nuestra formación que construye una forma de entender la pedagogía que la Unicaba viene a destruir”, sostuvo Irene Corbo, estudiante del Normal 1 y de Lenguas Vivas. Corbo consideró, “teniendo en cuenta la situación económica del país”, que con la coexistencia planteada en el nuevo proyecto “lo que va a terminar pasando es que la matrícula y los recursos van a migrar desde los profesorados hacia la Unicaba. Eso provocará el cierre de los profesorados, que es lo que busca el gobierno”.
“Nosotros creemos que es una trampa, que nos van a vaciar de a poco los institutos y nos van a sacar los consejos directivos, que es donde nosotros nos organizamos democráticamente. Es una política de ajuste, de disciplinamiento”, opinó Gustavo Verde, profesor y vicerrector del Normal 1. Y concluyó: “Queremos discutir la formación docente. Podríamos pensar más adelante, con un trabajo serio, crear una universidad. Pero esto no es una universidad, esto es un mamarracho”.