La característica más destacada del modelo económico de desregulación cambiaria iniciado en 2016 fue la extraordinaria expansión de la deuda externa para el financiamiento del déficit de cuenta corriente y la fuga de capitales. 

De manera muy general se puede distinguir tres etapas: 

1. La primera de emisión de deuda en los mercados de capitales, tanto por parte del Estado Nacional, como de las provincias y las empresas privadas. Este periodo duró hasta enero de 2018, donde el gobierno nacional emitió la última colocación en los mercados de capitales. Durante esa etapa el gobierno nacional emitió 77.372 millones de dólares de deuda externa.

2. Luego, a partir de mayo de 2018, se inicia una segunda etapa con el acuerdo con el FMI. Este tenía como objetivo garantizar el acceso a los mercados de capitales hasta 2021, cuya contrapartida fue la toma de un crédito stand-by por 14.900 millones de dólares y la emisión de deuda por 3700 millones de dólares, tomada por los fondos Blackrock y Templeton. Sin embargo, antes de la primera revisión, el acuerdo se incumplió. 

3. A partir de allí, se inicia una tercera etapa, la actual, donde el riesgo se ubicó por encima de los 700 puntos, y el financiamiento en divisa se reduce a los dólares del mercado doméstico y el FMI. 

Al adelantarse el financiamiento de 2020 y 2021 a 2019, el gobierno incrementaría la deuda neta en, al menos, 18.000 millones de dólares. A partir de esta información es posible estimar el ratio exportaciones/deuda externa. Este es un indicador muy difundido sobre sustentabilidad de la deuda, debido a que, a diferencia del indicador deuda externa/PIB, esta exento de los problemas metodológicos de valuación previo a una corrida cambiaria, ya que al medir el PIB en dólares a un tipo de cambio “atrasado” (pre-crisis) el indicador subestima el deterioro del ratio de deuda. Es lo que paso las ultimas semanas previo a la segunda versión de la corrida cambiaria 2018.

Por ello, según puede estimarse a partir de datos oficiales a marzo de este año del Ministerio de Hacienda, suma emisiones de deuda Estado Nacional del balance cambiario y los desembolsos del FMI para proyectar el cuarto trimestre de 2018, e incluyendo el “refuerzo” por 17.453 millones de dólares “extra” (adelantar 2020 y 2021) a los 11.635 millones de dólares ya pactados para 2019. Para las exportaciones se puede considerar un escenario “muy optimista” de crecimiento para 2019 del 15 por ciento. De modo que se obtiene un escenario de ratio de deuda externa/exportaciones para el Estado Nacional para 2019. 

En el balance de los cuatro años de gobierno, la Alianza Cambiemos deterioró el indicador de sustentibilidad de la deuda pública en tres veces. Para el cuarto trimestre de 2015 el indicador era de 99, para el cuarto trimestre de 2019 el indicador será mayor a 300 (medido en base 100). Es decir, la deuda externa bruta que en 2015 se pagaba con un año de exportaciones, ahora será necesario al menos tres.

* Economista del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).