–El massismo ha dicho que buscaría negociar para no dejar al Gobierno sin presupuesto, pero ha criticado duramente el proyecto que envió al Congreso. ¿Cuál será la postura definitiva de su bloque?

–Aclaremos algo: este presupuesto, así como está, no lo aprobamos y no lo acompañamos. Que nosotros queremos darle al Gobierno el presupuesto como instrumento no hay duda y es lógico. Ahora bien, el instrumento tiene que tener la seriedad y la consistencia para que esto pueda aprobarse. Nosotros somos oposición, la gente nos votó para que controlemos y analicemos. No como se pretende ahora que, en aras de la gobernabilidad, uno tenga la obligación de aprobar  algo manifiestamente equivocado o erróneo.   

–La gobernabilidad es un argumento al que el Gobierno apela constantemente. ¿Un presupuesto de ajuste de estas características no atenta contra la propia gobernabilidad?  

–Primero, la gobernabilidad es responsabilidad del propio Gobierno. No es de la oposición. Si hay algo que el Gobierno debería hacer para reforzarla es arreglar sus problemas internos, porque si hay algo que está atentando contra la gobernabilidad es el propio espacio del oficialismo. Las declaraciones que escuchamos todos los días, estando los empresarios más importantes del mundo, que tanto le preocupa al oficialismo. Vemos a una de las socias del oficialismo (Elisa Carrió) denunciando al ministro de Justicia, pidiéndole juicio político. Así como lo que sucedió con las tarifas. Si hay alguien que debe trabajar por la gobernabilidad es el propio espacio del oficialismo. 

–¿Como se expresa eso en el Presupuesto?

–El año pasado el Gobierno nos mandó un presupuesto y se aprobó pero a los diez días llamaron a conferencia de prensa y modificaron las previsiones aumentando un 50 por ciento la inflación de la pauta que recién acabábamos de aprobar. Con ese antecedente donde planteaban un 10 por ciento de inflación que va a terminar arriba del 40; con un dólar de 19,60 pesos que va a terminar alrededor del 40; una tasa de interés que promediaba el 19 o 20 por ciento va a terminar en el 75, creo que se debe aprender y entender la equidad del presupuesto que manda.

–Con respecto al presupuesto 2019, ¿qué es lo que más le preocupa al massismo?

–Este año nos presentan un proyecto de presupuesto pero que no terminaron de mandarlo y firman un acuerdo con el FMI que, además, no nos lo mostraron, no lo conocemos todavía. Pero por lo que trascendió, modificaron todas las pautas macro económicas de ese proyecto que nos mandaron. Ahora hay un tipo de cambio con una banda que oscila el 3 por ciento mensual, el impacto en la economía con una tasa de interés en los niveles que está ahora. No tiene ninguna seriedad lo que han hecho y presentado y además pretender que nosotros analicemos ese presupuesto. Hay que retirar ese proyecto de presupuesto y armar uno nuevo en función de las pautas que ellos mismos han convenido con el FMI y que lo traigan para que lo analicemos. Así como está no se puede aprobar.

–Pero el Gobierno ha negado esa posibilidad.

–Yo no voy a estar entre los que dicen voto en contra. Quiero darle la oportunidad de que me traigan el presupuesto para que yo analice algo que  pueda votar. Eso que está hoy no lo puedo votar. Ahora no es responsabilidad mía. Yo tengo que cumplir con mil rol de oposición y controlar lo que nos mandan. 

–Ustedes también cuestionaron la modificación que se quiere realizar a la ley de Administración Financiera en términos de la negociación de la deuda externa. 

–Este Presupuesto tenía una facultad que se querían arrogar para renegociar toda la deuda sin ni siquiera cumplir con los requisitos de que sean siempre y cuando favorables en términos claros a lo que se tenía anteriormente. El mismo (Marcos) Makón, el encargado de la oficina de presupuesto del Congreso, un órgano independiente, cuando expuso ante la comisión fue claro y dijo “miren que modificar un peso más el tipo de cambio son 4800 millones más de deuda”. Es todo tan volátil y superficial lo que se presentó. Insisto, primero hay que conocer el impacto que tendrán en el presupuestos las normas firmadas con el FMI y la interpelación al presidente del BCRA (Guido Sandleris), que hasta hora el oficialismo se ha negado a habilitarlo. Entonces el que tiene la principal responsabilidad de tener un presupuesto que puedan defender, justificar y guardar coherencia es del oficialismo.  

–Pero el Gobierno está muy confiado en acordar con los gobernadores del peronismo. Ustedes vienen trabajando políticamente y en un acuerdo electoral con muchos de ellos. ¿Por qué cree que los gobernadores podrían votar favorablemente este presupuesto?

–Cada gobernador tendrá una cuenta particular con el Gobierno nacional, que será una preocupación individual. Pero nosotros en ese tema, podemos estar en la construcción de un espacio político, buscando coincidencias, pero en estas cosas tenemos claro que debemos controlar. Pero también tengo mis dudas, he hablado con muchos gobernadores, porque el Gobierno muchas de las promesas que les hace después no las cumple. Están espantados con eso porque hablan algo con el ministro (de Interior, Rogelio) Frigerio, parece acordado pero después vuelven para atrás. Pasó con el pacto fiscal, que discutieron muchísimo tiempo, hacen una ley y después por decreto modifican todo, le sacan el fondo sojero. El Gobierno vuelve a demostrar, como con las tarifas, la poca seriedad que tienen sobre los temas: es el famoso si pasa pasa. Y después si tienen que volver para atrás lo quieren mostrar como una virtud. El presidente Macri nos dijo cinco veces en la asamblea legislativa que lo peor ya pasó y hasta habló del crecimiento invisible, que eran los cimientos de un edificio que están firmes pero no se ven. Y ahora nos dice que lo peor está por venir.