–Desde el FpV reclamaron rehacer el presupuesto en base a la renegociación del acuerdo con el FMI, pero el oficialismo lo negó. ¿Cuál va a ser la postura del bloque?

–Ya hemos anticipado desde el vamos que no estamos dispuestos a acompañar un presupuesto de ajuste como el que se está planteando. Produce escozor lo que se está discutiendo, porque se está sometiendo al Congreso nacional a discutir un proyecto que es un dibujo y no es una metáfora. Está diseñado con una dosis de realismo que deja mucho que desear, en cuestiones de inflación, devaluación, y que fue presentado antes que se renegocie el acuerdo entre la administración de Mauricio Macri y el FMI. Como sucede cuando el Gobierno expresa su programa financiero sobre la base al acuerdo que se había firmado en junio con el Fondo y que ya se cayó. Y donde se mantiene en el más absoluto secretismo el nuevo acuerdo que se ha firmado y que amplia el préstamo original de 50 mil a 57 mil millones de dólares, además del adelanto de la totalidad de los fondos: 13 mil millones de dólares este año y 22 mil el que viene, en el último año del mandato de Macri. Por los cual habría más recursos disponibles de los que ya se han presentado en el proyecto.

–¿Una deuda que no incluye el Presupuesto?

–Pero en paralelo le están solicitando al Congreso la posibilidad de endeudarse, a través del artículo 40, en algo así a otros 60 mil millones de dólares más y por el artículo 41 a endeudarse en letras otro equivalente a 20 mil millones de dólares. Es un bestial endeudamiento, un presupuesto que no refleja variables reales ni el endeudamiento que el Gobierno acordó con el FMI. 

–¿Y en el plano interno qué plantea el Presupuesto?

–El recorte de la tijera pasa por absolutamente todos los sectores, con una poda impresionante en gastos de capital que significa lisa y llanamente la paralización de la inversión y la obra pública con la destrucción de fuentes de empleo. Ajustes en áreas sensibilísimas como la educación inicial, ajuste fenomenal para las provincias que las están asfixiando sin saber cómo afrontarán sus gastos operativos como pagar salarios, y donde le sacan cada vez mayores recursos al tiempo que la Nación les transfiere más responsabilidades como los subsidios a la energía eléctrica y el transporte público. Una situación que nos hace acordar mucho a cuando en el menemismo le traspasó la responsabilidad de la educación y la salud a las provincias. Por lo tanto el ajuste va a recaer sobre sus ciudadanos, con pasajes de colectivos que se van a ir 50 o 60 pesos. Cada capítulo del ajuste sigue impactando sobre los mismos sectores, el laburante, los jubilados. 

–¿Qué otras sectores?

–Los niños pobres son también una de las variables de ajuste de este Presupuesto, con un recorte real de casi el 11 por ciento en la AUH en sectores de extrema vulnerabilidad, en un contexto de recesión que el propio Gobierno reconoce. Se le quiere seguir restringiendo derechos a los jubilados de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAN), que introdujeron en la mal llamada Reparación Histórica con la que ahora tenemos jubilados de primera y de segunda categoría. Se contrabandea también una reforma tributaria, como admitieron en la última reunión de comisión donde dijeron que van a retirar algunos artículos.

–¿Entonces cómo definiría este Presupuesto? 

–Con una mirada global se trata de proyecto de presupuesto de ajuste, con un déficit cero que es una enorme mentira: el mayor de los garabatos del proyecto por lo que el recorte del gasto primario tiene como contrapartida un enormísimo déficit financiero y fiscal, del que el Gobierno no habla en absoluto y representa 3,3 puntos del PBI, casi 600 mil millones de pesos que se están destinando al pago de los intereses de la deuda externa monstruosa que este Gobierno.

–El proyecto también modifica leyes para poder canjear la deuda externa.

–Están contrabandeando la reforma del artículo 65 de la ley de Administración Financiera, que cuestionaron muchos otros bloque de la oposición, que espero que mantengan su postura, con una modificación absolutamente grave que es la posibilidad de refinanciar la deuda a valores y condiciones de mercado y ya no estaría obligado ofrecer mejoras al conjunto de la ciudadanía, porque la deuda la pagamos todos a la hora de renegociar una reestructuración mejorar los plazos, las tasas o los montos como está vigente en la ley actual. El secretario de Finanzas (Santiago) Bausili fue a la comisión de Presupuesto a defender este punto y no pudo explicar ni fundamentar cuales son las razones de modificar la ley en el proyecto de Presupuesto. Tiene muchísimo olor a megacanje y sensación de déjà vu, en el contexto de un blindaje del FMI, discutiendo el déficit cero y un megacanje solapado, repitiendo experiencias pasadas sumamente preocupante que no han terminado para nada bien.

–¿El endeudamiento externo es uno de los ejes más preocupantes del Presupuesto?

–Para financiar una fuga de capitales que está en el orden de los 3 mil millones de dólares mensuales. La exorbitante solicitud de endeudamiento, por 80 mil millones de dólares más de los que se acordó con el FMI, financiando la fuga de nuevo con el hambre, la salud, la educación de los argentinos. No hay economía que resista en estas condiciones. El propio FMI reconoce en sus últimos informes el enorme riesgo financiero de la Argentina que está en el top de los países de extrema vulnerabilidad externa, con previsiones que continúe el reflujo de capitales por el cambio de las condiciones internacionales y donde el Gobierno no toma ninguna medida luego de desarmar todas las regulaciones macroprudenciales que había en la economía argentina para morigerar ese tipo de situaciones.