En medio de tantas pálidas para el sector cultural, la última semana el Ministerio de Cultura de la Ciudad anunció una política innovadora y de calidad para “formar nuevos públicos” y “aumentar el acceso a la cultura” de uno de los grupos más vulnerables: los y las estudiantes secundarios. Se llama Pase Cultural y es una tarjeta de débito con un crédito mensual de 250 pesos para que los jóvenes puedan acceder a distintas actividades culturales con descuentos y beneficios. La herramienta, que está funcionando y ya recibió las primeras inscripciones, es válida para estudiantes de 4°, 5° y 6° año de escuelas secundarias públicas y sus docentes y funcionará también como plataforma para obtener estadísticas y trazar diagnósticos sobre los consumos culturales de ese sector. 

“Buscamos que los jóvenes sean protagonistas de la cultura de su ciudad. La idea es que cada uno pueda elegir en qué usarlo porque eso tiene que ver con la visión que tenemos sobre lo cultural, entendido como una herramienta para ser libre”, detalló a PáginaI12 Enrique Avogadro, ministro de cultura porteño, que aseguró que la medida alcanza a 35 mil alumnos y 45 mil docentes. “Al contrario de lo que se piensa, la de los estudiantes secundarios es una generación muy activa, que lee mucho y que produce mucho, sobre todo en el formato audiovisual. Queremos que la oferta cultural bien diversa que hay en la Ciudad los estimule para aprovechar esas ganas y que, junto con otras estrategias, ésta los ayude a tener una vida cultura más activa y plena”, proyecta el funcionario.

Además de recibir el crédito mensual para utilizar en libros o entradas de cine, teatro, danza y otros espectáculos de espacios culturales y comercios adheridos, los alumnos y docentes también recibirán una entrada gratuita por mes para algún espectáculo del circuito independiente con el objetivo de estimular también a este último, “uno de los objetivos del Gobierno de la Ciudad”. Por otra parte, también se conformará un Club del Pase Cultural, que reunirá a jóvenes una vez por mes para “diseñar, debatir y proponer qué más se puede sumar en la agenda actual”.