Una enmienda constitucional que prohíbe a las personas dormir en espacios públicos entró en vigor desde ayer en Hungría, a pesar de las críticas de los trabajadores humanitarios. La enmienda otorga a la policía el poder de aplicar sanciones a las personas sin hogar que hayan recibido cuatro advertencias dentro de los 90 días y que pueden incluir penas de cárcel o hasta seis meses de trabajo comunitario.
El objetivo es “asegurar que los sin techo no estén en las calles durante la noche y que los ciudadanos puedan hacer uso del espacio público sin temor” según Attila Fulop, secretaria de Estado de Asuntos Sociales. En junio pasado, la experta en vivienda Leilani Farha dijo que era una ley “cruel e incompatible con la ley internacional los derechos humanos”. “¿Cuál es el crimen que cometieron los sin techo? ¿Tratar de sobrevivir solamente?” dijo en una carta abierta al gobierno.
La séptima enmienda a la Ley Básica, como se llama ahora la constitución de Hungría, fue aprobada por los legisladores en junio. Además de la represión contra las personas sin hogar, la enmienda incluye artículos que limitan en gran medida las posibilidades de que los refugiados reciban asilo. La enmienda también está destinada a proteger la cultura cristiana de Hungría.
El gobierno de extrema derecha del primer ministro Viktor Orban había intentado proclamar ilegal la falta de vivienda y los tribunales ya lo habían declarado inconstitucional. El hecho de que la prohibición esté escrita en la Ley Básica hace que sea más difícil de desafiar legalmente.
Los defensores de las personas sin hogar dicen que es poco probable que la prohibición y la amenaza de encarcelar a los infractores resuelvan el problema de fondo, especialmente cuando muchos de los que viven en las calles necesitan atención médica y psicológica que la mayoría de los refugios no pueden brindar.
La legislación es una versión más dura de otra aprobada en 2013 que decretaba que dormir en la calle era motivo de multa.
“Ya hubo varios intentos fallidos para que el actual sistema de cuidado de personas sin hogar absorba a quienes viven en las calles”, dijo Zoltan Aknai, director de Shelter Foundation (Fundación Albergue). “Muchas de estas personas tiene adicciones y problemas mentales o psiquiátricos. Y el sistema actual de albergues no puede proporcionarles un tratamiento adecuado pues carece de especialistas”, agrega Aknal, “Ahora, las autoridades están tratando de lograr esto con medidas más duras”.
“Aún no sabemos qué pasará con los animales de las personas sin hogar, por ejemplo sus perros. No sabemos qué ocurrirá si no hay suficiente sitio en los albergues. ¿A dónde irán entonces?, se pregunta Vera Kovacs, de la Asociación de la calle al hogar.
El gobierno húngaro dice que hay 19 mil refugios en total en todo el país y 9.800 plazas disponibles para pernoctar.
Recientemente, ha asignado 33 millones de dólares para ayudar a las personas sin hogar. Las estimaciones no oficiales dicen que la población sin hogar de Budapest es ya de 30.000 personas.
“Nos estamos preparando para brindar asistencia adicional a todos los que viven en las calles”, dijo Bence Retvari, secretario de estado del Ministerio de Recursos Humanos, sobre los esfuerzos del gobierno antes de que llegue el invierno.
Jutka Lakatos, quien comparte una vivienda precaria en un área industrial con su esposo, le dijo a Associated Press que esperaba que la enmienda no se cumpla estrictamente. “Confiamos en que después de un entusiasmo inicial, reconocerán que es totalmente inútil y que nada resultará de eso”, dijo.
El domingo hubo una manifestación frente al edificio del Parlamento en la Plaza Kossuth contra la nueva ley de los sin techo. Los participantes llevaban carteles que pedían por “la dignidad de los sin techo”. La manifestación estuvo organizada por la Ciudad es Para Todos.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12
Traducción: Celita Doyhambéhère