Unas 40 personas con banderas celestes y blancas llegaron caminando a Plaza de Mayo mientras entonaban el himno nacional, y eran aplaudidas por vecinos que paseaban por la zona en el feriado de ayer. Eran los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan, el submarino desaparecido desde el 15 de noviembre pasado. “Ya pasamos 11 meses de dolor, de tristeza. Nosotros no los olvidamos, buscamos justicia y verdad. Que los responsables se hagan cargo, necesitamos saber qué pasó”, reclamaron al terminar la marcha que repiten todos los meses.
La marcha de los familiares del ARA San Juan, que concentraron a las 15 frente a Congreso y movilizaron hacia Casa Rosada, comenzó con algunos roces con la ley. “Vino un policía, de mala manera, y nos pidió que bajemos las banderas. Nos vino a patotear cuando nosotros estamos acá para pedir que encuentren a nuestros hijos”, dijo el padre de un submarinista. Alrededor de las 16, y luego de otro encontronazo con la policía, los marchantes dieron sus primeros pasos por Callao y doblaron por Avenida de Mayo. “No mientas más Macri. Queremos la verdad. ¿Dónde está el submarino?”, gritó un vecino que se sumó a la marcha.
“Espero que los corazones de los que saben qué pasa realmente se reblandezcan y digan la verdad”, podía leerse en una cartulina celeste. “Vamos a seguir haciendo esta marcha todos los meses hasta que los encuentren. Tenemos 4 veedores que están supervisando la búsqueda y nos van informando dos veces por día. Sabemos que los están buscando. Ayer terminaron de revisar la zona 8 y no se encontró nada. Hoy arrancan con la zona 9. Ya van 32 días de búsqueda y quedan 28. Que el presidente vaya pensando qué hacer si el submarino no aparece”, expresó a este diario Luis Antonio Niz, padre de Luis Niz, submarinista que el 19 de agosto hubiera cumplido 28 años.
Natalia y Daniela, hermanas de Luis Leiva, suboficial 2° de Servicios que se había apuntado como voluntario a la misión del ARA San Juan, sostenían una bandera que pedía justicia. “Queremos que haya responsables políticos y militares y que la jueza empiece a llamar a los responsables en carácter de imputados, no de testigos. Y si no se siente competente, que se aleje de la causa. Nosotros estamos conformes con la búsqueda, pero también somos realistas que la Armada los busca hace 6 meses y no los encuentra. Nadie se hace cargo. Creo que la intención no es encontrarlos, porque sin cuerpo no hay delito, no va nadie preso”, expresó Natalia.
Isabel Polo, hermana de Alejandro Polo, se mostró conforme con la búsqueda del submarino, a cargo de la empresa estadounidense Ocean Infinity, pero advirtió: “Vamos a pelear para que se contrate otra empresa si se cumplen los días de contrato y no se encuentra nada”. Y agregó: “Todos los 15 marchamos, porque no hay respuestas, solo tenemos mentiras. Yo creo que ellos ya saben dónde está el submarino pero hay intereses que los mantienen callados”.
Al frente de la marcha, Polo fue nombrando uno por uno a los 44 “corazones de acero” y recibiendo el “presente” como respuesta. Una voz finita, menos segura y más inocente, también dio el presente: el hermanito de uno de los tripulantes, desde los hombros de su padre, agitaba un banderín celeste y blanco con la inscripción “44 héroes”.
La marcha terminó en Plaza de Mayo alrededor de las 17, cuando los familiares ingresaron cantando el himno y se pararon de espaldas a la Casa Rosada, allí donde meses atrás mantuvieron durante 52 días un acampe para exigir una búsqueda seria y profesional del sumbarino. “Quedaron 65 niños sin padres. Necesitamos y exigimos saber qué pasó con el Ara San Juan”, reclamaron responsabilizando al gobierno.
Informe: Azul Tejada.