El oficialismo, envalentonado con la mayoría autómatica que cuenta en la Legislatura porteña, da por sentado que a principios de noviembre aprobará la creación de la Unicaba bajo el argumento de que “es lo que la ciudad de Buenos Aires se merece”. Mientras, el deterioro de los establecimientos educactivos es preocupante, la falta de inversión en el sector está a la vista y queda plasmado en el presupuesto 2019, en el que el Gobierno porteño destina 283 millones de pesos más a la creación de comisarías que a la construcción de escuelas, y la falta de vacantes directamente no está en la agenda del Ejecutivo de la ciudad desde hace años.
Si bien, en el proyecto de presupuesto para el año próximo no hay una partida destinada específicamente a la Unicaba, el temor de la comunidad educativa y de la oposición en la Legislatura es que una vez aprobada su creación saquen el dinero de la Dirección de Educación Superior, es decir de los profesorados y que de esta manera comience el vaciamiento de los 29 Institutos de Formación Docente (IFD).
La participación del Ministerio de Educación e Innovación en el presupuesto general de la ciudad para el año que viene es del 17 por ciento, la más baja de todo el período Macri/Larreta que empezó en el 2008 con el 28 por ciento. El aumento de la partida presupuestaria para el área, además, está seis puntos por debajo de la inflación promedio proyectada por el mismo oficialismo y entreocho y diez puntos por debajo de la inflación real.
La comunidad educativa que integra los IFD de la ciudad de Buenos Aires están en estado de alerta y movilización desde marzo pasado, y cada martes y jueves van a la Legislatura porteña a explicar y argumentar sobre la inviabilidad de la Unicaba, la imposibilidad de coexistencia tal como señala la tercera versión del proyecto del Ejecutivo y, sobre todo, la urgencia y las prioridades en materia educativa que tiene el distrito, que están muy lejos de la creación de la Unicaba.
Cecilia Buratti, rectora de la Escuela Normal Superior 11 Ricardo Levene, explicó que “en un momento de recorte presupuestario a nivel nacional importantísimo, no se puede entender que se gaste tanto en crear algo que la ciudad no necesita”.
“Tenés problemas gravísimos de infraestructura en todos los niveles”, agregó Buratti, quien además hizo hincapié en la falta de jardines de infantes en toda la ciudad. “Soy de zona sur, puedo explicar de Rivadavia para el sur las diferencias que hay a todo nivel, desde viandas, becas, jardines que no tenés, escuelas primarias que faltan, escuelas medias ni hablar. Entonces, tanto gasto en algo que la Ciudad no necesita, y lo que la Ciudad necesita hacemos de cuenta que no existe, es muy perverso”, conluyó la rectora.
Por su parte, Patricia Simeone, rectora del Instituto Superior del Profesorado Joaquín V González y presidenta del Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal (Cesge), recordó que en la reunión que tuvieron el jueves en la comisión de Educación de la Legislatura porteña, se dijo que “la Ciudad se merece una Unicaba, como uno de los fundamentos para su creación”.
“Creo recordar a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires diciendo que en realidad cuando se trabaja, por ejemplo, salarios docentes, ella reconoce que merecen un salario mayor que el que ella puede dar pero que la responsabilidad de los funcionarios es, para no gastar más de lo que uno tiene, tratar de ver como poder resolver este tema y se llega hasta donde se puede. En esta restricción nos podemos merecer muchas cosas pero ¿cuáles son las prioridades?”, se preguntó Simeone.
En ese sentido la rectora del Joaquín V. González subrayó que justamente las prioridades no están demasiado claras: “No hay diagnóstico, no hay estadísticas claras ¿Cuáles son las prioridades? Para nosotros en el día a día las prioridades son evidentes, pero no se hace un diagnóstico serio de parte del Ministerio”.
Simeone recordó además cuando el presidente Mauricio Macri estuvo en la facultad de Ciencias Económicas, en diciembre de 2015, y que allí manifestó estar en contra de las universidades creadas en el conurbano.
“Macri dijo esa vez que basta de universidades porque son sólo para dar cargos, y que en realidad lo que se necesitan son más jardines de infantes. Entonces no entendemos cómo ahora la ciudad, un gran aliado de toda la política nacional, en tan poco tiempo se da vuelta completamente, cuando sabemos de las vacantes que necesitamos”, agregó Simeone.
María Cecilia Pfister, vicerrectora del Lengüitas, a cargo de la rectoría, recordó que los rectores y las rectoras de los 29 IFD, que están en serio riesgo de desaparecer por la creación de la Unicaba, fueron recibidos en dos oportunidades por las autoridades de Educación.
“La última vez fue hace tres semana y se repite el mismo intercambio vacío porque vamos y decimos nuestras razones, ella (la ministra de Educación Soledad Acuña) dice que está convencida de que esto es así, que hay que hacer mas atractiva la profesión, y entonces para ella hacer más atractiva es cambiar, en vez de decir voy al profesorado, decir voy a la universidad. Y con eso mágicamente vamos a tener una catarata de futuros ingresantes a estas universidades”, enfatizó Pfister.
Sin embargo, Pfister manifestó que su preocupación ahora es el día después. “Cuando la Unicaba esté, para que haya una universidad tiene que haber docentes, que es algo que parece que este Ministerio sistemáticamente quiere anular. Si a nosotros, dentro de los Institutos terciarios, cuando se produce alguna vacante nos cuesta tanto conseguir docentes que puedan dictar esas materias, porque la realidad es que faltan docentes, tendríamos que preguntarnos cuánto ganamos los docentes y ¿quiénes van a enseñar en la Unicaba?”, reflexionó.
En ese sentido, explicó que “hay dos aspectos con respecto a quien va a enseñar ahí, por un lado está el tema de que no hay suficientes docentes para los profesorados que ya hay, y después está el tema del prestigio académico. No nos olvidemos que cuando nosotros hacemos nuestro desarrollo profesional aspiramos a ocupar lugares de prestigio. Ahora, yo no sé cuantos docentes de los Institutos de Formación Docente, están dispuestos a resignar todo el recorrido y el prestigio académico que cada uno en las distintas especializaciones ha conseguido, para ir a trabajar a una universidad. O a empezar a vaciar a los Institutos porque además ellos no hablan de cerrar carreras”.
“Lo que notamos es un gran desconocimiento y desinterés por parte de la ministra sobre saber qué pasa en nuestros profesorados. Plantean resolver desde el diálogo, que es una palabra muy puesta en la boca del oficialismo y nosotros hacemos mesas de diálogo. Vamos al diálogo pero lo que nos encontramos siempre es que en el momento de dialogar no hay una escucha del otro lado”, explicó Hugo de Barrio, vicerrector del Normal 1.
Gisela Serrano, vicerrectora del Normal 7 destacó la especificidad que tiene sobre el seguimiento de los futuros docentes en sus prácticas. “Tenemos Formación de chicos inicial, de primaria, de media y de terciaria, la interacción que hay todo el tiempo con los distintos niveles y el rol que tiene el nivel terciario en interactuar con otros niveles que nosotros llamamos la Unidad Académica de los institutos, esto se pierde y es un trabajo muy importante”, dijo Serrano.
Vanesa Zito Lema, rectora del Alicia Moreau de Justo, se refirió a la legitimidad que puede tener en caso de que se apruebe el proyecto solamente con la mayoría que cuenta el oficialismo en la Legislatura porteña y que le permite un funcionamiento a modo de escribanía del Ejecutivo de la ciudad.
“Un proyecto educativo no puede ser aprobado por 34 votos del oficialismo. Esto los tiene que hacer pensar muy fuertemente, inclusive al oficialismo. Más allá de que a todos los que nos puedan acompañar y no estar convencidos, qué ha pasado y qué pasa que un proyecto aparentemente tan importante, sea solo impulsado por los 34 votos oficialistas”, subrayó Zito Lema.