Las organizaciones sindicales y los movimientos sociales no convocan a Luján el próximo sábado 20 para “ir a llorar a la Iglesia”, sino para visibilizar, una vez más, la situación que viven los “crucificados” de nuestro tiempo: los empobrecidos, los trabajadores, los desocupados, los despedidos, los jubilados y pensionados, las personas con discapacidades, los que reciben planes sociales, los que integran la economía popular y cooperativas, los presos políticos…
En los ochenta, los trabajadores encabezados por Saúl Ubaldini realizaron la primera marcha a San Cayetano (Liniers) bajo el lema “paz, pan y trabajo”. En esa ocasión se precisó: “pan sin trabajo es humillación”, porque se vuelve limosna, beneficencia, asistencialismo (propina). “Trabajo sin pan es explotación”, porque unos pocos se apropian de los frutos del esfuerzo de las mayorías populares.
Respecto a la paz, se hacía presente que Pablo VI afirmaba que es el “resultado de la justicia y del desarrollo integral del hombre y de todos los hombres”. Los actuales movimientos sociales que impulsaron las marchas de San Cayetano a la Casa Rosada levantan la consigna de “tierra, techo y trabajo” (las tres “T”) propuesta por el papa Francisco. El Papa no solo reclama por la respuesta a esos derechos, sino que también denuncia las causas de su no implementación: “El actual sistema económico-financiero internacional mata; mata al hombre y mata a la naturaleza”. Un sistema, que como advertía el episcopado latinoamericano hace cincuenta años (Medellín, 1968) es consecuencia del “imperialismo internacional del dinero” y del “neocolonialismo externo e interno”.
La marcha a Luján es una expresión más de una sociedad movilizada que, con objetivos compartidos, se manifiesta a través de diversas creencias y convicciones. En definitiva, los que invocan a María de Luján le piden que los fortalezca en la lucha común por una patria igualitaria, justa, solidaria, participativa, digna y soberana.
* Miembro del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (1968-1974), actual integrante del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres.