“Es un día muy triste, hace un año se terminaba la última esperanza de encontrar a Santiago con vida, y empezaba una nueva etapa para saber qué hicieron con él, dónde estuvo porque la autopsia no dijo absolutamente nada sobre cómo murió, dónde o cuándo.” Con su voz siempre serena aunque sin ocultar su dolor, Sergio Maldonado habló con PáginaI12, a un año de la aparición del cuerpo sin vida de su hermano en el río Chubut, a pocos metros de donde había sido visto por última vez mientras escapaba de los gendarmes que reprimían a la comunidad mapuche de Cushamen. En 25 de Mayo, su ciudad natal, habrá una misa. Stella Pelosso anunció a través de una red social que el servicio religioso será a las 19 en la parroquia Nuestra Señora del Rosario. “A un año de la aparición sin vida de Santiago, un año sin verdad ni justicia, sin paz para nuestra familia, lo vivido es indescriptible e intransferible, agradecemos el apoyo de las personas que siguen nuestra lucha”, escribió la madre de Maldonado.
“Estamos a un año y 78 días y vemos que esta gran familia judicial sigue sin tomar las medidas y sin investigar de la manera que quisiéramos, y cuánto más pasa el tiempo más nos alejamos de saber la verdad”, dijo Maldonado a este diario desde Bariloche. Consultado sobre el accionar del juez federal Gustavo Lleral, precisó que “faltan citar tres testigos de la comunidad mapuche, no citó a los gendarmes como tampoco a Pablo Noceti (ex jefe de Gabinete del ministerio de Seguridad), hay una fiscal que está más preocupada en perseguir mapuches e intervenir el teléfono mío y el de testigos, en inventar causas contra los mapuches en lugar de investigar a los responsables de la desaparición y muerte de Santiago”. En relación a las conclusiones de los estudios forenses, Maldonado expresó que “dijeron que su cuerpo tenía signos de crioconservación, y para que eso suceda se necesita que esté a menos 80 grados, pero por otro lado nos dicen en la autopsia que las temperaturas del río Chubut oscilan entre 13 y 6 grados. ¿Si es así cómo pudo haber estado crioconservado? La única manera sería en forma artificial porque no hay un río que tenga esa temperatura. Esa es una de las tantas preguntas que le hacemos al juez, que las rechaza para cuando sea oportuno”. Sin embargo, remarcó que a pesar de este panorama desolador van a seguir exigiendo “verdad y justicia a esta familia judicial, que siempre es funcional al gobierno de turno, en este caso el de Macri que respalda a las fuerzas de seguridad y jamás investigará la desaparición forzada de Santiago, la carátula sigue siendo esa porque no cambió nada”.
Tal como expresó el hermano mayor de Maldonado, siguen abiertas todas las preguntas que dejó la autopsia, a pesar de que sus resultados fueron presentados de manera que cierran el caso. El interrogante principal gira entorno al informe biológico sobre la presencia de polen en los pantalones del tatuador anarquista, que no fue tenido en cuenta por los peritos que firmaron las conclusiones del estudio forense, tal como reveló PáginaI12 en julio, pero que sigue planteando las dudas de las partes. La abogada de la familia había pedido la ampliación de las respuestas que dieron los expertos en noviembre, cuando presentaron sus conclusiones en la Morgue, pero el juez federal Gustavo Lleral le contestó que los peritos ya habían contestado y por tanto un nuevo cuestionario era “a destiempo”.
Leticia Povilauskas, licenciada en Geología y Palinología, analizó las prendas de Maldonado y su relación con el entorno vegetal del río Chubut. Según la autopsia, se hallaron granos de polen y Povilauskas concluyó como “muy importante” que “bajo ningún punto de vista los granos de polen encontrados pueden permanecer adheridos a las prendas citadas, sumergidas en el lugar del hecho por un período de tiempo prolongado”. La experta realizó una ampliación de este informe, pero quienes rubricaron las conclusiones que indicaron que Maldonado estuvo más de dos meses en el agua no dieron relevancia a su planteo. Sin embargo, este diario pudo saber que ahora casi “todas las partes dudan” sobre la presencia del polen. Otro de los “errores”, detectado por el perito criminólogo Enrique Prueguer fue haber utilizado las temperaturas mínimas del agua en lugar de las promedio, a su criterio para forzar que el grado de descomposición del cuerpo se corresponda con los 78 días en que estuvo desaparecido.