Al menos 19 personas murieron y más de 50 resultaron heridas ayer, luego de que un estudiante abriera fuego en una escuela secundaria técnica en Kerch, ciudad de Crimea, la península ucraniana que Moscú anexó en 2014. Luego del ataque, el autor identificado como un joven estudiante de 18 años, se quitó la vida en la biblioteca escolar. En un principio, el Comité de Investigaciones ruso trató el caso como un posible atentado terrorista, sin embargo, horas más tarde, confirmaron que se trataba de un crimen. “No fue un acto terrorista (...) fue un asesinato en masa obra de un solo individuo”, afirmó Serguéi Aksyonov, primer ministro de Crimea, al canal de noticias ruso, Rossiya 24. Por su parte, el comité ruso afirmó que el atacante utilizó como arma un “artefacto explosivo, no identificado, relleno de objetos metálicos”.
Vladislav Rosliakov, el agresor y estudiante del Colegio Politécnico de Kerch, entró a la institución educativa cerca del mediodía disparando a sus alrededores y detonando el explosivo en el comedor. “Escuché disparos en el primer piso. Todos nos precipitamos hacia el pasillo, donde la gente corría y gritaba que un hombre con una ametralladora disparaba contra todos”, dijo un alumno del establecimiento. Muchos estudiantes, aterrorizados, intentaron huir saltando por las ventanas, mientras Rosliakov mataba a dos profesores con disparos a bocajarro, informó el servicio RBK citando el testimonio de otro estudiante. De inmediato las autoridades rusas enviaron fuerzas de seguridad al establecimiento y encontraron una segunda bomba que no llegó a ser detonada. “Una inspección inicial de los cadáveres sugiere que murieron de heridas de bala”, señaló el Comité luego de asistir al Colegio Politécnico.
“El autor del ataque se suicidó con un arma. Era un estudiante de cuarto año de este establecimiento. Su cadáver fue encontrado en la biblioteca”, declaró el primer ministro de Crimea, añadiendo que el autor de la matanza no tenía antecedentes penales. Además publicó en su red social Facebook que se decretarán tres días de duelo en la península. Por el momento, el móvil del ataque es desconocido. Según Aksionov, el agresor que se beneficiaba de una beca para sus estudios, nunca se había mostrado agresivo en el colegio. Apenas se conocieron los hechos, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se manifestó al respecto. “Hace algunas horas, tuvo lugar un hecho trágico en Kerch. Murieron personas, y muchas otras resultaron heridas. Presento mis condolencias a los familiares de las víctimas”, declaró Putin al comienzo de un encuentro con su par egipcio, Abdel Fattah al Sisi, en la localidad rusa de Sochi, a orillas del Mar Negro. Horas más tarde agregó en un canal de televisión ruso, que los motivos del crimen serán investigados.
Las primeras imágenes que se conocieron en televisión mostraban a víctimas evacuadas del colegio en ambulancias improvisadas. Las víctimas eran llevadas en transportes públicos, en buses y ambulancias. “Son niños y empleados”, declaró a un canal local un hombre que presenció el crimen. “Yo ya estaba afuera. Hubo una potente explosión y vi como la onda explosiva rompía las ventanas” agregó otro alumno que además informó que faltaban camillas. Las imágenes que difundieron varios medios rusos y que fueron aportadas por las cámaras de video-vigilancia, muestran a un joven de pelo corto, vestido de remera blanca y pantalón negro, parado en una esclarea con un rifle en la mano.
Mientras se barajó la primera hipótesis que hablaba sobre un supuesto atentado, Moscú se alertó y envió fuerzas de seguridad al puente que conecta la ciudad peninsular con Rusia. Kerch es una localidad al este de la península que fue anexada por Moscú en 2014, hecho que no fue reconocido internacionalmente. Por su parte, la Unión Europea criticó ese acto político como una violación del derecho internacional. Además Ucrania sigue considerando a la península como parte de su territorio y en consecuencia aumentó la seguridad en los pocos pasos que conectan con la península. Luego de la agresión que dejó casi una veintena de muertos, en su mayoría adolescentes, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, manifestó su pésame a las víctimas. “¿Por qué es tan importante para nosotros? Porque son ciudadanos ucranianos”, dijo en un comunicado en Facebook. “Cuando mueren ciudadanos ucranianos, sea donde sea, es una tragedia”, añadió. El de ayer, fue el segundo ataque mortal en una institución educativa rusa, luego de la masacre de Beslán en 2004, que dejó más de 300 muertos.