El juez Sebastián Ramos, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 2, procesó hoy al empresario Alfredo Coto y a su hijo Germán, entre otras personas, a raíz del hallazgo de 227 granadas dentro de tachos de basura, 41 proyectiles de gases lacrimógenos, 27 armas de fuego, dos de lanzamiento y unas 4 mil municiones en la sede de la calle Paysandú al 1800, en Caballito, durante una inspección de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), el 30 de agosto de 2016.
. En el mismo procedimiento también se encontraron 14 chalecos antibala, 22 cascos tácticos sin numerar, 9 escudos antimotines, un gas pimienta y un silenciador; un revólver sin declarar ante la Anmac, tres armas de fuego a nombre de otros usuarios, y un revólver a nombre de Alfredo Coto, con el número de serie probablemente adulterado. Ramos pidió, además, un embargo de tres millones de pesos.
La causa está caratulada como “tenencia ilegítima de materiales explosivos, inflamables, asfixiantes, tóxicos o biológicamente peligrosos sin la debida autorización legal”. Durante la indagatoria a la que se presentó en abril del año pasado, el empresario de 77 años, quien obtuvo la eximición de prisión, adujo que las armas estaban allí para ser utilizadas ante eventuales saqueos. También dijo que el arsenal estaba en la sucursal en que fueron hallados desde hacía tres años y que pertenecía a Prefectura, Gendarmería y la Policía Federal.