El diario estadounidense The Washington Post publicó ayer la última columna escrita por el periodista saudita desaparecido, Jamal Khashoggi. El texto titulado “Lo que el mundo árabe más necesita es libertad de expresión”, llegó a manos del matutino el día después de que el periodista se reportara desaparecido, enviado por el traductor de Khashoggi.
En su columna, el periodista crítico con la monarquía de su país explicaba, utilizando datos del informe “Libertad en el mundo”, que salvo quienes viven en Túnez, Jordania, Marruecos y Kuwait, el resto de los habitantes del mundo árabe estaban desinformados. “Un relato dirigido por el Estado domina la psique pública, y mientras muchos no lo creen, una gran mayoría de la población cae víctima de este falso relato. Lamentablemente, es improbable que esta situación cambie”, escribió Khashoggi, quien vivía desde el año pasado en Estados Unidos y escribía para el Post.
El periodista, incluso, hizo referencia a un colega amigo suyo preso como ejemplo de la falta de libertad de expresión. “Mi querido amigo, el destacado escritor saudita Saleh al Shehi, escribió una de las columnas más famosas que se hayan publicado en la prensa saudita. Desafortunadamente, ahora está cumpliendo una condena arbitraria de cinco años por supuestos comentarios contrarios al establishment saudita”, afirmó.
Aunque todavía no hay información oficial sobre su paradero, el miércoles, la prensa turca aseguró que contaba con una grabación que comprobaba que el periodista fue interrogado, torturado y finalmente degollado en el consulado saudita en Estambul. Ante estas informaciones y habiendo pasado ya poco más de dos semanas de su desaparición, la editora de Opinión Global del Post, Karen Attiah, decidió publicar el artículo de Khashoggi, acompañado de una nota de ella. “El Post se había abstenido de publicarlo con la esperanza de que regresara y lo editáramos juntos. Ahora tengo que aceptarlo: esto no va a suceder. Esta es la última pieza de él que editaré para el Post”, escribió Attiah.
Ayer, el diario progubernamental turco Sabah dijo haber identificado al líder del equipo que habría asesinado a Khashoggi. El diario muestra imágenes presuntamente de diferentes cámaras de seguridad en las que aparece un agente saudita entrando en el consulado, ante la residencia del cónsul, en un hotel y en el aeropuerto. Sabah informó que el hombre aterrizó en Estambul el mismo día de la desaparición del periodista a las 03.38 de la mañana (hora local) y a las 09.55 estaba en el consulado.
Ese día, Khashoggi acudió al consulado para retirar documentos que necesitaba para casarse con su novia turca y desde entonces no se sabe nada de él. Las autoridades turcas han difundido la noticia, a través de medios del país, de que lo mató un comando especial saudí que viajó a Estambul con ese fin. Sabah habló del presunto sospechoso como un agente del servicio secreto que acompañaba con frecuencia al príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman en sus viajes. El diario The New York Times ya había identificado al hombre como un presunto acompañante del príncipe, con quien estuvo, por ejemplo, en París y Madrid.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, pidió ayer al presidente estadounidense, Donald Trump, que concediera unos días más a Arabia Saudita para investigar la desaparición de Khashoggi. Pompeo se reunió ayer en la Casa Blanca con el mandatario con el objetivo de informarle de los resultados de la visita que hizo esta semana a Riad y a Ankara. El jefe de la diplomacia estadounidense recordó, además, que Turquía está investigando también los hechos, y auguró: “Entre los esfuerzos de ambos países emergerá una imagen completa de lo que realmente ocurrió”.