El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció que los supuestos encuentros de Donald Trump con prostitutas en un hotel de Moscú son un intento de organizar “un Maidán” (golpe de Estado) en Washington para deslegitimar su convincente victoria. “Da la impresión de que ellos, tras haber ensayado en Kiev, están dispuestos a organizar un Maidán en Washington con tal de no dejar a Trump asumir el cargo”, señaló el líder ruso en una rueda de prensa el martes. Para el Kremlin, el “Maidán”, las movilizaciones que, desde la plaza de ese nombre en Kiev, llevaron al derrocamiento del presidente ucraniano y prorruso, Víctor Yanukovich, a fines de 2013, fue un golpe de estado con pleno apoyo de Occidente y la presencia publicitada y registrada de la subsecretaria de Estado, Victoria Nuland. Según Rusia, ese movimiento terminó instalando en el gobierno ucraniano grupos de antiguos colaboracionistas con el nazismo. El jefe del Kremlin tachó la prostitución de lamentable fenómeno social, pero aseguró que la gente que encarga falsas acusaciones y las utiliza en la lucha política son peores que las prostitutas y no tienen ningún límite moral. Insistió en que dicha situación testimonia el considerable nivel de degradación de la élite política en Occidente, incluido Estados Unidos. Putin criticó a Barack Obama por no saber abandonar el cargo, en alusión a la última serie de sanciones contra el Kremlin y aseguró que en Estados Unidos continúa “la agria lucha política”, pese a que las elecciones presidenciales terminaron “con la convincente victoria del señor Trump”.