La autopsia realizada a una adolescente embarazada de 15 años, que murió el martes en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, aparentemente durante un intento de robo, reveló que recibió un disparo en la nuca. El informe obligó a los investigadores a analizar otra hipótesis que la del robo. En principio, en base al testimonio de la madre, se suponía que la joven había recibido un culatazo cuando intentaron robarle la mochila. La nueva hipótesis deja la sospecha de que la fueron a buscar a ella y que le dispararon con el arma apoyada contra la nuca.
Jenifer Geraldine Trillo Julio aguardaba el colectivo junto a su madre, alrededor de las 7.15, en la parada de ómnibus de la línea 532. Tenía previsto ir a un ginecólogo en la Ciudad de Buenos Aires para efectuarse un control prenatal. Al lugar, situado en el cruce de Montiel y Virgen de Itatí, llegaron dos hombres armados caminando y uno de ellos disparó contra la adolescente y la mató. La madre de la chica pidió ayuda a los gritos y un grupo de vecinos se acercó a ayudarla y uno de ellos llamó a una ambulancia. Sin embargo, la adolescente terminó siendo trasladada por un vecino al Hospital Municipal Materno Infantil Oscar Alende, donde llegó muerta.
Hasta que se conoció el informe, se suponía que se había tratado de un intento de robo de la mochila que la chica intentó resistir .
Pero la autopsia determinó que la joven había recibido un tiro en la nuca. El informe determinó que el agresor disparó portando el arma en su mano derecha, y que apoyó el caño del arma en la nuca de la joven, mientras la sujetaba con la otra mano para evitar que se escapara.
Los resultados de la autopsia, además, sugieren a los investigadores que Jenifer Geraldine Trillo Julio fue ejecutada por alguien que fue hacia ella directamente con ese propósito. Ahora, el fiscal 7 del partido de Lomas de Zamora, Gabriel Lo Schiavo, procura establecer si existió una motivación distinta a la del robo.
La reconstrucción del hecho permite ahora suponer que no fue un tironeo de la mochila para robarla sino que, al revés, pudo haber usado la mochila para sujetarla con la mano izquierda y evitar así que se escapara. Luego le apoyó el arma en la nuca con la derecha y le disparó. Otro dato que apunta a favor de esta nueva versión es que, si bien cuando la adolescente se desplomó el atacante se quedó con su mochila en la mano, a los pocos metros la arrojó a la calle y escapó sin robar nada.