Las dos CTA repudiaron “los 380 despidos producidos en la planta del barrio porteño de Pompeya del Grupo Clarín” y rechazaron “la represión policial de ayer en plena asamblea general de trabajadores”.
Desde la central que conduce Pablo Micheli, el dirigente Daniel Jorajuría respaldó a los empleados gráficos en conflicto, al tiempo que condenó “el ajuste” y aseguró que “las políticas del Gobierno alientan al empresariado a obtener lo mejor en perjuicio de los trabajadores”.
Hugo Yasky, por su parte, criticó que “el Ministerio de Trabajo se haya negado a dictar la conciliación obligatoria ante las 380 cesantías”. “Esos métodos son incompatibles con el sistema democrático y rememoran años oscuros de la historia argentina”, dijo sobre la represión, y añadió: “La CTA reafirma su convicción y compromiso de no retroceder ni un centímetro en cada una de las luchas.”