La cadena estadounidense de grandes almacenes Sears Holdings se declara en bancarrota tras más de siete años de pérdidas continuadas que han superado los 11.000 millones de dólares, según hizo público en un comunicado. Es la gran víctima de la transformación del comercio minorista en Estados Unidos. La cadena pactó una línea de liquidez de 300 millones de dólares para seguir operando durante la temporada de compras navideñas. Pero el futuro de sus 90.000 empleados es incierto ya que 142 de las 860 tiendas de la cadena tendrán que cerrar de inmediato. Es una maniobra extrema con la que busca ganar tiempo para encontrar un comprador.