Luego de más de siete meses sin conseguir los tres puntos en el torneo local, Lanús logró imponerse a Patronato por 3 a 1. Un eventual triunfo del conjunto entrerriano hubiera implicado que el dueño de casa se metiera de lleno en la lucha por no descender.
A sabiendas de la necesidad del Granate, su entrenador diagramó un planteo ambicioso que rápidamente le rindió sus frutos. Un centro de Pasquini encontró la cabeza de Ribas, quien vulneró la resistencia de Bértoli.
Manejado por el buen pie de Quignón, sumado al buen rendimiento de Marcelino Moreno, aunque dependiendo en demasía de la velocidad de Lautaro Acosta, el local se mostró más atildado hasta la mitad de la primera etapa. Transcurrido ese lapso, el Patrón equilibró el trámite.
Si la formación de Sciacqua especulaba con una recuperación en el complemento, la grosera pifia de Lemos tras un cabezazo de Belmonte lo sumergió en la desesperanza, circunstancia de la que pareció emerger con el descuento de media chilena del ingresado Sperduti.
Lanús pareció sentir el achicamiento de la diferencia en el marcador, pero los embates de Patronato no tuvieron eficacia, la que sí mostró el Granate en un contragolpe que Sinisterra transformó en el 3-1 que sentenció el encuentro.