Un funcionario del Ministerio de Trabajo de la gobernadora María Eugenia Vidal fue detenido cuando se disponía a cobrar 40 mil pesos de coima para habilitar obras en un country de Escobar. Se trata de Julio César Amoroso, delegado de la delegación Campana de esa cartera y antes secretario privado del intendente Sebastián Abella, de Cambiemos, quien intentó tomar distancia de su ex mano derecha y dijo que “condena” su conducta. Concejales del PJ-Unidad Ciudadana expresaron su confianza en que la justicia aclare “una situación escandalosa” y destacaron que el intendente “no debe ignorar la responsabilidad sobre su planta de funcionarios y las designaciones que cuentan con su aval, especialmente cuando en tiempos de campaña alzó la bandera de la transparencia”. Imputado por el delito de extorsión junto al inspector Gustavo Javier Domínguez, también detenido, Amoroso fue separado del cargo y quedó a disposición de la fiscalía descentralizada de Escobar y del juzgado de garantías 3 de Zárate–Campana.
La investigación se inició el mes pasado cuando el desarrollador de un country denunció ante el Ministerio que le pedían coimas para habilitarle obras. Según el portal Enlace Crítico, autoridades del Ministerio se presentaron ante la Fiscalía Descentralizada de Escobar a cargo de Facundo Flores, que investigó junto a la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Zárate-Campana. Durante la instrucción, que incluyó escuchas, se identificó a los autores de la extorsión y a otras víctimas. Finalmente se pactó un encuentro entre víctima y victimarios, que entregarían 40 mil pesos previamente marcados. El operativo se realizó el viernes por la mañana e incluyó la incomunicación de todo el personal de la delegación. Concluyó con las dos detenciones, el secuestro del dinero, de legajos de inspecciones y de dos teléfonos celulares. Los portales local difundieron un video en el que Amoroso y Domínguez, esposados, salen de la delegación junto a dos miembros de la DDI y suben a un auto de civil de la policía.
Oriundo de San Miguel, Amoroso llegó a Campana junto a un grupo de foráneos que coparon el gabinete de Abella en diciembre de 2015. Al asumir al frente de la secretaría privada contó que lo acompañaba desde “la campaña de 2013” y que su idea era trabajar “con todo el equipo”. En agosto de 2016 dio una conferencia de prensa para anunciar que asumía como delegado del Ministerio y que su designación “fue acordada por el jefe comunal y la gobernadora María Eugenia Vidal”. Agradeció la confianza del intendente y prometió “tratar de velar por los derechos de los trabajadores”.
“Cuando asume empiezan los despidos y la crisis laboral, que pegó fuerte en Campana, donde más de diez industrias químicas cerraron, y empezó a ser muy notable el rol del Ministerio siempre a favor de los sectores empresarios”, recordó ayer la concejal Soledad Calle, del PJ-Unidad Ciudadana. “Hemos acompañado muchos reclamos de trabajadores en distintos conflictos, como los de Bopp, Bunge y Marine Sur, y lamentablemente el funcionario macrista nunca tuvo una postura que resguarde las fuentes laborales de nuestra ciudad, ya sea en conciliaciones obligatorias o en negociaciones por indemnizaciones justas”, destacó su bloque.
Desde Cambiemos tomaron distancia del socio en desgracia. “Esta gestión condena este tipo de conductas, sea quien sea el funcionario”, dijo Abella sobre su ex secretario. “Esto demuestra que este gobierno tiene tolerancia cero con la corrupción”, dijo el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, quien buscó desviar la atención de la tropa propia. “Se cambiará la modalidad de inspecciones, en donde los gremios participan y creemos que también son parte de esta red de corrupción”, lanzó por Infobae. La seccional Zárate-Campana de la CGT “rechaza y repudia” las declaraciones de Villegas, que “pretende vincular a representantes sindicales en hechos de corrupción cometidos por sus funcionarios”, destacó. “A través de un relato infantil pretende diluir la responsabilidad en un área de su competencia”, advirtió la central. “Basta de mentiras”, pidió, y remarcó que “no hay ninguna denuncia” que avale los dichos del ministro de Vidal.