Bohemian Rhapsody, la biopic de Queen centrada en su extravagante frontman Freddie Mercury, finalmente llega a los cines (en la Argentina se estrena el jueves 1° de noviembre). Pero el proyecto sufrió una de las historias de producción más turbulentas, al punto de que le llevó una década llegar a la pantalla; perdió a su protagonista a causa de los desacuerdos sobre cómo se encaraba la narrativa del film, y sufrió un desastre directorial de último minuto. Con Rami Malek (Mr. Robot, Una noche en el Museo) finalmente a cargo del rol principal de Mercury, la película enfrenta el desafío de satisfacer a los fans más devotos del grupo inglés sin alejar a los menos entendidos, mientras captura la esencia de uno de los más carismáticos y poderosos performers del pop. Una tarea casi imposible.
Las primeras conversaciones tuvieron lugar en 2008, cuando el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor se encontraron con el guionista Peter Morgan, un especialista en temas de la vida real responsable de guiones para La Reina, Frost / Nixon (ambas de 2006), The Damned United (2009) y Entrega Inmediata (2013). Queen siguió haciendo giras tras la muerte de Freddie a causa del hiv en 1991, con Paul Rodgers y Adam Lambert tomando el lugar del cantante; fue también el tema del musical del West End We Will Rock You, escrito por Ben Elton, que se mantuvo por doce temporadas (entre 2002 y 2014) en el Dominion Theatre londinense. Había un público listo para una película sobre el cuarteto, e incluso una nueva generación que conocía al grupo por el inspirado uso de “Bohemian Rhapsody” en el comienzo de El mundo según Wayne (Penelope Spheeris, 1992). Cuando se sumó al proyecto Sacha Baron Cohen, estrella de Ali G y Borat, la expectativa no hizo más que crecer: el corrosivo comediante parecía la elección ideal para Mercury.
En una entrevista de octubre de 2009 con la revista Cinemablend, Morgan amitió su ansiedad sobre la película en producción, particularmente con la preocupación por no ofender a los miembros sobrevivientes de la banda: “No estoy seguro de cuánto les debe gustar lo que ya he escrito. Creo que podrán reconocer la verdad en el guión, pero para ellos es una serie de recuerdos dolorosos. Esencialmente estoy escribiendo sobre el momento más doloroso en la historia de la banda”. En el artículo el guionista también señaló que el proyecto tenía en el centro la legendaria actuación de Queen en el Live Aid del Estadio Wembley del 13 de julio de 1985, más que enfocarse en la vida personal de Freddie y su trágica declinación. “Para ser honesto, no quería escribir una película sobre el sida. Y luego estudié ese período, en el que él de algún modo rechaza a sus compañeros pero luego vuelve con ellos. Es una especie de historia familiar. Algo así como ‘Odio a mi familia, quiero ser independiente, pero vuelvo con ellos’”.
En septiembre de 2010, May dijo en una entrevista de la BBC que el film estaba avanzando. “Creo que trataremos de mantenernos alejados lo más que podamos”, dijo, refiriéndose a él mismo, Taylor y el bajista John Deacon. “Tenemos la combinación perfecta para contar la verdadera historia detrás de su éxito”, prometió el productor Graham King. Aunque se había fijado el comienzo de 2011 como fecha para comenzar a rodar, las cámaras no se encendieron. En otra conversación con Cinemablend en octubre de ese año, Morgan fue más críptico con respecto a la situación del proyecto aún sin título: “Nunca se sabe hasta que está hecho”. En marzo de 2012, en Deadline se señalaba a Tom Hooper –que había trabajado con Morgan en The Damned United y recientemente había disfrutado el éxito de los premios de El discurso del Rey– como potencial director. En junio, Katy Perry salió a negar los rumores de que iba a encarnar a Mary Austin, la histórica novia de Freddie Mercury.
En octubre de 2012, Brian May dio una actualización en su blog, luego de un encuentro con Taylor y el veterano manager de Queen, Jim Beech: “Todas las piezas están cayendo en su lugar, aunque ahora estamos con la agenda levemente retrasada... está fijado que el rodaje comience en la primavera de 2013, con Sacha Baron Cohen interpretando a Freddie. La película debería estar lista para su estreno a comienzos de 2014”. Pero el desastre se desencadenó en 22 de junio de 2013, cuando Cohen se bajó del proyecto alegando diferencias creativas. Según señaló Deadline, “la razón es que la banda quiere hacer una película apta para todo público sobre Queen, mientras que Cohen confiaba más en un película ‘R’ (es decir, para mayores) que contara todo sobre el talentoso artista gay”. En septiembre, Morgan admitió que el proyecto quizá nunca se realizaría; en una entrevista con la revista Mojo, Taylor amplió al decir que la banda había comenzado a temer que su protagonista estuviera tratando el rol como “una broma”. Un mes más tarde, May le dijo al sitio Classic Rock que Cohen hubiera sido una “distracción” demasiado grande. “Realmente tenías que hacer un esfuerzo para suspender la incredulidad. Tenés que creer de verdad que el hombre que interpreta a Freddie es Freddie. Y no creíamos que eso pudiera suceder realmente con Sacha”.
Según se dijo, Dominic Cooper (Mamma Mia, Avengers) fue considerado como reemplazo para Cohen, hasta que al proyecto le llegó un inesperado nuevo impulso cuando Ben Whishaw (encargado de interpretar a Q en las últimas películas de James Bond) fue seleccionado, y el actor Dexter Fletcher ocupó la silla del director, luego de llamar la atención con Sunshine on Leith (2013), su película basada en la música de The Proclaimers. Al año siguiente, la producción se detuvo de nuevo cuando Fletcher se despidió, aparentemente por no llegar a un acuerdo con los productores en cuanto al tono de la película. En agosto de 2014, Whishaw le dijo a Time Out: “Parece estar en un segundo plano. Iba a hacerse, luego hubo problemas para que el guión funcionara”. No hubo más avances hasta noviembre de 2015, cuando Anthony McCarten, favorecido por su buen trabajo en la biopic de Stephen Hawking La teoría del todo, fue contratado para revisar el guión.
En marzo de 2016, Sacha Baron Cohen dio su versión en una entrevista con el conductor radial Howard Stern. “Un miembro de la banda, no diré cual, me dijo ‘Sabés, esta es una gran película porque hay algo asombroso que sucede en la mitad’. ¿Y qué sucede en la mitad? Bueno, Freddie muere. Y yo pregunté ‘Entonces, ¿qué pasa en la segunda mitad de la película?’ Y me explicó: ‘Vemos cómo la banda saca fuerzas y sale adelante’. Les dije que nadie querría ver una película en la que el protagonista muere de sida a la mitad y entonces ves cómo el grupo sigue adelante”. May le contestó al comediante al decir en The Mail on Sunday que “Sacha se convirtió en un asno. Tuvimos buenos momentos con él intercambiando ideas, pero se fue y empezó a contar falsedades sobre lo que pasó”.
El proyecto finalmente encontró ese momento clave que lo llevaría a la concreción el 2 de noviembre de 2016, cuando se sumaron Bryan Singer, director de X-Men, y Rami Malek. El actor, un egipcio-estadounidense con la mandíbula adecuada, fue elegido en parte porque sus raíces africanas eran ligeramente similares a las de Mercury, nacido como Farrokh Bulsara en Zanzíbar y criado en la India. En mayo de 2017, Malek apareció en The Late Show with Stephen Colbert y habló sobre el personaje y la intimidatoria experiencia de tener que cantar frente a May y Taylor en los estudios Abbey Road. El elenco se completó en agosto con Ben Hardy interpretando a Taylor, Gwilym Lee como May y el sitio de Deacon a cargo de Joseph Mazzello, una ex estrella infantil conocida por su aparición en Jurassic Park (1992). Justin Haythe, quien adaptó la novela de Richard Yates Revolutionary Road para Sam Mendes en 2008, quedó a caro de pulimentar el guión.
La filmación finalmente comenzó en septiembre. Para las escenas de Live Aid se construyó un set con una gran réplica de Wembley en un aeródromo en las afueras Hemel Hempstead. Aiden Gillen y Tom Hollander se sumaron como los managers de Queen John Reid y Beech, mientras que Mike Myers fue elegido para encarnar al ejecutivo de EMI Ray Foster: una forma de agradecer aquel impulso de El mundo según Wayne. Con todo el asunto progresando de acuerdo a lo planeado, de pronto el 1º de diciembre la 20th Century Fox anunció que “se suspende temporariamente la producción de Bohemian Rhapsody, debido a la inesperada falta de disponibilidad de Bryan Singer”. Según la revista especializada The Hollywood Reporter, el elenco se había amotinado debido a la conudcta de Singer en el set: según versiones, el director llegaba regularmente tarde a las jornadas de trabajo. La BBC, en tanto, reportó que la ausencia de Singer se debía “a un problema de salud concerniente a Bryan y su familia”.
Tres días más tarde, la partida de Singer se confirmó, y el director emitió un comunicado en el que decía que Fox se había negado a permitirle volver a los Estados Unidos para cuidar a un pariente enfermo, y donde negaba que hubiera existido una pelea insalvable con Malek. “Nada quería más que terminar este proyecto y ayudar a honrar el legado de Freddie Mercury y Queen, pero Fox no me permitió hacerlo porque temporariamente tuve que poner mi salud, y la de mis seres amados, primero”, dijo. Dexter Fletcher volvió para supervisar las últimas dos semanas de filmación y la posproducción, consiguiendo finalmente llevar la película a su término.
En una entrevista del diario The Guardian, Malek se refirió a su decisión de aceptar el papel y lo describió como “un momento de pistola en la cabeza”. “¿Qué podés hacer? Me gusta pensar que si hay una situación de pelear o salir corriendo, siempre elijo pelear. Las empresas más aterradoras que he elegido asumir en mi vida terminaron siendo las más satisfactorias y gratificantes. Y esto probó respetar esa ecuación”. Sobre el enfoque de la película sobre Freddie Mercury, el actor reflexionó: “Creo que si no celebrás su vida y sus peleas, y lo complicado que era y los transformador que fue, y en vez de eso te concentrás en la tristeza de lo que debió soportar y su muerte, no estarías haciéndole justicia a la naturaleza profunda, vibrante y radiante de un ser humano inolvidable”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.