Para un 2019 que hasta los propios funcionarios oficiales admiten que arrancará en un clima de profunda recesión, el gobierno nacional está proponiendo una política severamente contractiva a través del Presupuesto del ajuste que ya aterrizó en el Congreso. Un análisis del Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) revela el fuerte recorte en áreas sociales. Pese a la crisis que se espera en las principales actividades económicas trabajo intensivas, el presupuesto prevé un recorte en los principales programas destinados a la generación de empleo. La construcción privada ya muestra signos de contracción, mientras que la propuesta oficial propone una reducción de casi 18.000 millones de pesos (en términos reales) en las partidas destinadas a Vivienda y Desarrollo Urbano. Las obras de infraestructura para Salud y Educación también sufren importantes reducciones con respecto al año corriente, pese a que 2018 no fue un ejercicio demasiado generoso en la materia. Para llegar al objetivo de “déficit cero” en el resultado primario –y destinar casi tres puntos del PIB al pago de intereses, lo que constituiría el déficit financiero–, la administración nacional de Mauricio Macri propone una reducción equivalente a un punto del PIB en el gasto social, advierte el IPyPP, con lo cual el recorte real del gasto social alcanzaría al 10 por ciento en tan sólo dos años.

El trabajo del Instituto, que coordina Claudio Lozano (ex diputado por Unidad Popular), compara las cifras del Presupuesto Nacional 2019 con las correspondientes a 2018, teniendo en cuenta una estimación de inflación del 29,4 por ciento para el año próximo. Del análisis surge la existencia de fuertes recortes en el gasto social correspondientes a las siguientes áreas: prestaciones de la Seguridad social, Educación, Salud, Promoción y asistencia social, Trabajo y Vivienda y urbanismo. Considerando cada una de ellas, los principales resultados son los siguientes.

Seguridad social

Una de las mayores novedades del Presupuesto 2019 es la reducción en la cantidad de prestaciones de la seguridad social (el número de beneficiarios). El estudio del IPyPP sobre el cuadro de beneficiarios de Prestaciones no contributivas (PNC) y de Asignaciones familiares (AF) arroja que en 2019 habrá 254.381 personas menos que reciban alguna de estas prestaciones. Las principales bajas se dan en las asignaciones por hijo (casi 130 mil) y por ayuda escolar (95 mil). Entre las PNC, se destacan las bajas de pensiones por invalidez (16 mil) y a madres de siete o más hijos (7230 menos). Los otros rubros de prestaciones en los que el Ejecutivo aspira a reducir el número de beneficiarios son las asignaciones por maternidad y por matrimonio, y las pensiones a la vejez. Además, se reducen las PNC a cargo del Poder Legislativo. 

 Pese a que el monto total de recursos para prestaciones previsionales exhibe un aumento real para 2019 del 9,4 por ciento, el estudio observa que “se consolida un esquema de redistribución del gasto social entre pobres, en el cual para cumplir con la movilidad jubilatoria se recortan otras funciones sociales”. 

Educación

Los recortes afectan a los principales programas del área. En términos reales, son del 3,3 por ciento para Desarrollo de Educación Superior, 20 por ciento en el Fondo de Incentivo Docente, y llegan al 76 por ciento en el caso de Infraestructura y Equipamiento. En este último renglón, para mantener el presupuesto de este año, se deberían destinar en 2019 unos 10.970 millones de pesos. En cambio, sólo se le asignan 2615 millones: un recorte en términos reales de más de 8300 millones. También reciben graves recortes la partida para Fortalecimiento Edilicio de jardines de infantes (-67,1 por ciento) y para Innovación y Desarrollo de la Formación Tecnológica (-41,2 por ciento). 

Salud

Entre las partidas más significativas, en el Presupuesto General 2019  refuerza la correspondiente a Prevención y Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (se le asignan 12.655 millones de pesos), y en menor medida para Medicamentos - Cobertura Universal de Salud (tendrá 3630 millones de pesos) y la partida de Lucha contra el SIDA y enfermedades de transmisión sexual (3100 millones). El resto de los programas es sometido a fuertes recortes. Entre ellos, el informe destaca los de Atención a la madre y el niño, Salud familiar y comunitaria, Prevención y control de enfermedades endémicas, Agentes del seguro de salud, Desarrollo de la atención médica, Planificación control y estudios relacionados con la salud, y la partida para Investigación y desarrollo de laboratorios de producción pública. También se observa un recorte en los recursos reales destinados a los hospitales públicos nacionales Posadas, Baldomero Sommer y Colonia Montes de Oca. 

Promoción y asistencia social  

Pese a que se trata de un área que tendrá fuerte demanda el año próximo, dadas las condiciones socioeconómicos que va generando el modelo económico en ejecución, “se invertirán 1872 millones de pesos menos en abordajes territoriales por parte del Ministerio de Desarrollo Social, 587 millones menos en promoción y asistencia a espacios de primera infancia y 29 millones menos para el instituto nacional de asuntos indígenas”, señala el informe. También se reducen, entre las partidas más significativas del área, los recursos para los planes de Promoción y Protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes (-18 por ciento), Apoyo al empleo (-11) y Economía Social (-12), mientras que se refuerzan los gastos presupuestados para Proyectos productivos comunitarios (32 por ciento).

Trabajo

Los principales programas destinados a la generación de empleo serán recortados. Los recursos para Formación y Regulación de la Política Laboral resultarán, en términos reales, 66,8 por ciento inferiores a los del año en curso. Para Regularización del trabajo habrá 42,8 por ciento menos fondos, y en menor medida, también se achican las partidas para Acciones de empleo, Acciones de capacitación laboral, y Fiscalización del cumplimiento de la ley de riesgo del trabajo. 

Vivienda y urbanismo

Los dos programas principales de este rubro son Acciones de vivienda y Desarrollo Urbano, y Acciones del programa Habitat Nación. En términos reales, los recursos para el primero se verán talados en un 36,3 por ciento, para el segundo, en 51,6 por ciento. Si se hubieran actualizado simplemente las partidas asignadas en el Presupuesto 2018, por el IPC proyectado para 2019 (29,4 por ciento), le hubieran correspondido una financiación para ambos rubros por algo más de 42.900 millones de pesos. En lugar de eso, se le presupuestó 25.258 millones: el recorte real en el área de Vivienda asciende a más de 17.600 millones de pesos. 

No sin razón, el informe del IPyPP se presenta bajo el título “Razones para no aprobar el Presupuesto 2019: sobran los motivos”.