Bajo un cielo blanco y una lluvia caprichosa, una multitud que los organizadores cifraron en 800 mil personas se movilizó a la Basílica de Luján para un oficio interreligioso con la consigna de “Paz, pan y trabajo”. La convocatoria del Frente Sindical para el Modelo Nacional y más de setenta organizaciones gremiales, políticas y sociales buscó graficar el rechazo a la recesión implementada por el Presidente Mauricio Macri y el reclamo de cambios a la política económica.
“Vinimos únicamente con banderas argentinas, todos los actores y sectores de la sociedad, convocados por esas tres consignas y para fortalecer la fe y la esperanza, que es lo primero que intentan quebrarnos en una situación como esta”, dijo a este diario el secretario general de Canillitas, Omar Plaini, en los momentos previos a la oración ecuménica. El dirigente enfatizó el carácter “espiritual” del encuentro, que reunió a distintas corrientes religiosas y políticas, y llamó a dejar “los mensajes políticos y el rechazo al presupuesto que venimos sosteniendo con fuerza para los próximos días”. Fue con ese objetivo de alejarse de las confrontaciones de tipo político que las organizaciones convocantes decidieron que no hubiera discursos, sino simplemente el oficio interreligioso y una oración ecuménica “por los que trabajan, por los que buscan trabajo, por los que se cansaron de buscar y por los jubilados”.
Junto al arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, participaron integrantes de Curas de Opción por los Pobres, entre ellos Domingo Bresci, Juan Carlos Molina y Ricardo Carrizo. También Jorge Elbaum, por el Llamamiento Argentino-Judío, y el Pastor metodista Fernando Suárez. También estuvo el Pastor Néstor Míguez, Presidente de la Federación Argentina de Iglesias evangélicas. Además, participaron Sheij Móhsen Ali, director de la Casa para la Difusión del Islam, y el Shiej Abdulkarim Paz, director de la Mezquita Taujíd. También participaron miembros del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.
El documento leído desde el escenario indicó: “Mientras se deterioran los hospitales y se ataca la salud y la escuela pública, confiamos en un Dios que sana y enseña para una vida digna”.
Otro párrafo consignó que “sufrimos un Poder Judicial que cree que hacer justicia es poner a la gente presa, desechando la presunción de inocencia”.
“Ante la falta de trabajo, por los despidos masivos y la flexibilización laboral, de un sistema económico en clave egoísta, que prioriza la especulación financiera en detrimento del trabajo, rezamos para que los que gobiernan, oficialismo y oposición, cambien este modelo económico que pone en riesgo la vida y la paz social”, culminó la oración, que fue interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de la multitud.
El secretario general de la Asociación Bancaria Sergio Palazzo señaló a PáginaI12 que “con esta oración ecuménica que nuclea a todos los credos y pensamientos, venimos a exigir que el Gobierno mire a la sociedad y no solamente a lo que los mercados y el Fondo Monetario Internacional le reclaman”.
“Ante el intento de los medios hegemónicos y el Gobierno por instalar la violencia del movimiento sindical, ésta es una prueba de que nosotros reclamamos en paz y con muchísima firmeza en cada acto que veamos que el Gobierno perjudica a la clase trabajadora”, dijo el bancario.
Palazzo fue uno de los tantos que estuvieron en el sector próximo al escenario reservado para los dirigentes sindicales, sociales y políticos. Asistieron, entre otros, Hugo Yasky (CTA), Víctor Santa María (Suterh, trabajadores y trabajadoras de edificios), Hugo y Pablo Moyano, Plaini (Canillitas), Esteban “Gringo” Castro” (CTEP), Ricardo Pignanelli (Smata), Néstor Segovia (metrodelegados), el ex embajador en el Vaticano Eduardo Valdés, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y los diputados y ex gobernadores bonerenses Felipe Solá y Daniel Scioli. También hubo intendentes como Verónica Magario (La Matanza), Gustavo Menéndez (Merlo), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Ariel Sujarchuk (Escobar), Walter Festa (Moreno), Gabriel Katopodis (San Martín) y Santiago Maggiotti (Navarro).Participaron Aldo Carreras, muy próximo al papa Francisco, el ex secretario de Culto Guillermo Oliveri y el ex presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez.
Radrizzani subrayó que “en el pueblo está la capacidad de organizarse y lograr un auténtico cambio”. Y agregó: “No dejemos que nos roben la esperanza”. Además, manifestó que “la Iglesia no quiere ser ajena” y que muchos de sus pastores, como los de otras religiones “acompañan a los pobres”. Por otra parte, tras la lectura ecuménica y antes de la entonación del Himno Nacional la diputada nacional y titular de Sindicato de Trabajadores de la Justicia, Vanesa Siley, leyó la “Oración por la Patria”. Dice el texto: “Nos sentimos heridos y agobiados, queremos ser una Nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común. Danos la valentía para amar a todos sin excluir a nadie, perdonando a los que nos ofenden y privilegiando a los pobres”.
Hugo Moyano aseguró que “la convocatoria que se ha hecho desde las iglesias de todas las religiones a este encuentro es una señal de la unidad para exigirle al Gobierno que ponga un freno a las políticas que generan cada vez más necesidades, fundamentalmente en la gente más humilde”. En la víspera de la movilización, el hijo del líder camionero y secretario adjunto del gremio, Pablo Moyano, había apuntado en declaraciones radiales que con esta multitudinaria convocatoria “la Iglesia dio un mensaje a los trabajadores en esta situación tan delicada que están viviendo millones de argentinos con un modelo económico que sigue excluyendo”.
“Ojalá que la homilía sea escuchada por el Presidente y dé respuesta a los problemas de la gente”, sentenció.
Informe: Sibila Gálvez Sánchez.