Después de cruzar el río Suchiate que separa a México y Guatemala, y caminar los 40 kilómetros desde la frontera, la caravana de migrantes centroamericanos que marcha hacia Estados Unidos llegó ayer a la ciudad mexicana de Tapachula (Chiapas). “Venimos huyendo de la violencia de las pandillas”, afirmó Denys Omar Contreras, uno de los miles de migrantes (entre 5.000 y 7.500) que forman el contingente. El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, solicitó ayer al gobierno del estado de Chiapas dar protección a los migrantes. “Nada de mal trato a los migrantes centroamericanos. Que se les garanticen que tendrán dónde dormir, sobre todo que van a tener protección las familias, las mujeres, los niños”, dijo López Obrador a Manuel Velasco, gobernador de Chiapas. Ayer, el presidente estadounidense, Donald Trump, le exigió a la caravana pedir refugio en México en vez de continuar camino hacia su país. De proseguir, dijo, se les negará la entrada.