Desde Mar del Plata

La imagen llamaba la atención. Con el mar como telón de fondo, dos chicos luchaban entre las escolleras marplatenses. La arena iba de un lado a otro, impulsada primero por las patadas y devuelta luego por el viento, que iba en aumento. “Ahora, uchi mata”, se escucha. Uno de los chicos agarra al otro e intenta meterse por debajo suyo para, con ayuda de su pierna, lanzarlo al suelo. El uchi mata es uno de las tomas más decisivas del judo. La voz era la de Yanina Vilte, árbitra nacional quien, con un papelito con indicaciones que le había dejado su entrenador, oficiaba de organizadora del entrenamiento. Los peleadores, Demián Paiz e Iván Gutiérrez, de 14 años. Los tres estaban preparándose para el inicio de los Juegos Nacionales Evita Juveniles y Adaptados, que se disputarán en Mar del Plata desde hoy hasta el sábado 27, y que se podrá ver a través del canal DeporTV o por streaming desde el facebook de la Secretaría de Deportes.

Los Juegos Evita nacieron en 1948 y tuvieron contadas ediciones –su ausencia coincidió, en gran parte, con los períodos de dictadura militar– hasta 2004, cuando se establecieron definitivamente en el calendario como el evento deportivo más grande del país. Entre muchos grandes nombres que pasaron por la competición, uno de los más recordados es el de Diego Maradona, quien con sus Cebollitas fue campeón en los Evita de 1974. En esta edición –la fase final de un proceso que comenzó con los clasificatorios provinciales donde participaron cerca de 800 mil niños, niñas y jóvenes– habrá veinte mil deportistas de entre 10 y 18 años compitiendo en 39 disciplinas (32 convencionales y 7 adaptadas) en 41 sedes distribuidas a lo largo de la ciudad balnearia.

“Para nosotres, esto es lo más”, dice Vilte, en lenguaje inclusivo, mientras observa entrenar a Paiz –oro en el Campeonato Nacional disputado en San Juan hace tan sólo unos días– y Gutiérrez, tres ushuaienses que representarán a Tierra del Fuego en estos Juegos. Luego, se sumarían Florencia Peralta, luchadora de 14 años, y Julieta Pedra, delegada, ambas de Río Grande, que habían salido a correr por la costa. Terminada la práctica, era hora de tirarse al mar: esperado premio para “les chiques” tras el arduo entrenamiento. Claro, luego, de vuelta rápido al hotel para escaparle al frío, aunque conocimiento en la materia no les falta a estos cinco representantes de la tierra del fuego que, desde hoy, en la del plata, irán en busca del oro.