PáginaI12 En Italia
Desde Roma
La lucha por la estabilizar la paz, contra el narcotráfico y contra la corrupción pero también Venezuela, fueron los temas más importantes que el presidente de Colombia, Iván Duque, abordó ayer en su primer encuentro privado con el papa Francisco quien lo recibió en la Biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano.
Pese a que el comunicado vaticano informó en términos muy generales sobre el encuentro, como suele hacer siempre, el presidente fue más enfático al dar su interpretación en una rueda de prensa después del encuentro. “Recibí con agrado el mensaje del Santo Padre para que sigamos haciendo esta política fraterna para recibir a los hermanos venezolanos en nuestro país. Hemos acogido a los hermanos venezolanos que huyen de la desolación de la dictadura y lo seguiremos dando todas las oportunidades para que salgan de esa tragedia”, dijo Duque.
Según el comunicado vaticano hubo un “fructífero intercambio de puntos de vista sobre la situación política y social de la región prestando especial atención a las migraciones”. Para el mandatario colombiano, que en el Vaticano se encontró después con el secretario de estado vaticano (virtual primer ministro), el cardenal Pietro Parolin, el mensaje que recibió de las autoridades vaticanas fue positivo para lo que está haciendo en Colombia, es decir para la “política migratoria de brazos abiertos con los hermanos venezolanos que es un mensaje para Colombia, para América Latina y el mundo”. El cardenal Parolin, por lo demás, es un gran conocedor de la situación latinoamericana y venezolana ya que fue nuncio (embajador) del Vaticano en Venezuela de 2009 a 2013, es decir en pleno gobierno de Hugo Chávez.
Sobre el tema de la violencia en Colombia, el comunicado vaticano se limitó a destacar “la importancia del diálogo constante entre Iglesia y Estado” haciendo tácita referencia a la activa participación y mediación del Vaticano en el proceso de paz con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). El Papa quisiera que esta colaboración continuara sobre temas de común interés como “la lucha contra la corrupción y el narcotráfico, la protección de la vida, la promoción de la legalidad y la protección del ambiente”.
Duque dijo también que Francisco también lo instó “a seguir trabajando por la unidad del pueblo”, enfatizando las cosas que unen y no las que dividen. En este contexto se encuadra uno de los regalos que el papa Francisco le hizo a Duque al concluir el encuentro privado: un medallón con una roca rota en dos pedazos pero que a su vez están unidos por las ramas de un olivo. “Deseo que sus manos sean como estas dos ramas, que unan a Colombia, que resuelvan esta fractura que ha durado 50 años”, dijo el Papa. A lo que Duque respondió: “Este es precisamente el mensaje que siempre he pensado que era necesario transmitir a los colombianos: concentrarnos en lo que nos une, no en lo que nos divide”, dijo. En la parte pública de audiencia, Duque estuvo acompañado por 17 personas, entre ellas el canciller, Carlos Holmes Trujillo, otros ministros y numerosos miembros de su familia.
Perteneciente al partido conservador Centro Democrático, y en el gobierno desde el pasado mes de agosto, Duque fue muy crítico con los acuerdos de paz firmados en su momento con la FARC. Pero ayer dijo que su gobierno “está comprometido con la agenda de la paz” y reconoció estar preocupado por los 300 crímenes cometidos desde que se cerró el proceso de paz en diciembre de 2016 y a los que posiblemente el Papa hizo referencia.
En ocasión del encuentro del Papa con el presidente colombiano, 750 organizaciones religiosas, laicas, sociales y personalidades del país, residentes en Colombia y en el exterior, le escribieron una carta al papa Francisco pidiéndole que estimule la reanudación del diálogo con el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y que consolide la implementación del proceso de paz con las FARC.
“Cuando se firmaron las acuerdos de paz había muchas esperanzas entre los campesinos. Pero cuando las guerrillas se fueron, los escuadrones de la muerte ligados a los narcos y a las grandes empresas, se hicieron más agresivos, cuando en cambio debían haber sido desmontados. Han asesinados a 300 líderes sociales”, dijo a la radio italiana RAI 3, Levis Flores, de la Comunidad de la Paz de San José Apartadó, en Colombia. Otros colombianos explicaron en el programa que hay grandes intereses económicos en la zona para explotar petróleo, carbón o cultivos en masa. Por eso estas organizaciones pidieron el apoyo del Vaticano y de Italia a quienes están luchando por la paz.
El presidente Duque, que continuará su gira europea en Bruselas, ayer fue recibido también por el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y luego por el presidente de la República, Sergio Mattarella. En el encuentro con Conte subrayó que su gobierno “está muy disponible a dialogar con el ELN siempre que liberen todas las personas secuestradas y pongan fin a sus actos criminales”. En Bruselas se verá con empresarios, como hizo en Roma, pero también con autoridades de la Unión Europea y de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).