Andes Líneas Aéreas anunció hoy que en los próximos meses realizará un ajuste del 40 por ciento. La desregulación del mercado aerocomercial impulsada por el gobierno de Mauricio Macri para favorecer el ingreso de las low cost sumada a la devaluación y la crisis económica obligaron a la empresa aérea a revisar su modelo de negocios y determinaron la puesta en marcha de un plan de despido de empleados, devolución de aviones y cancelación de rutas.
"Teníamos una flota y una estructura pensada para nueve aviones y pasamos a una para cinco aviones: 40 por ciento menos de gente, 40 por ciento menos de estructura, 40 por ciento de achique de empresa", sintetizó Bernardo Racedo Aragón, gerente Comercial de la firma.
Con casi 480 empleados, Andes logró posicionarse en el mercado como la compañía aérea de capital privado nacional más grande del país, detrás de Aérolíneas Argentinas y Latam. “Pero no por ello deja de ser una empresa chica”, aclaró Racedo Aragón, quien aseguró que frente a la actual situación económica “el único recurso que tiene es achicar o quebrar, no queda otra".
Las señales de alarma en Andes se encendieron en el segundo trimestre de este año. Aragón precisó que la Argentina tenía una balanza comercial del turismo deficitaria, con un rojo de 10.000 millones de dólares al año porque los argentinos que salían eran más que aquellos turistas extranjeros que ingresaban.
La fuerte devaluación del peso cambió la ecuación y el rojo de la balanza comercial de turismo se está corrigiendo con fuerza porque cada vez menos argentinos pueden viajar al exterior y a su vez la Argentina es más barata para los extranjeros. En ese escenario, los aviones contratados por Andes Líneas Aéreas han perdido su razón de ser porque directamente "desapareció el mercado" al que se apuntaba, por lo que la empresa devolverá cuatro Boeing 737-800 y se quedará sólo con cinco.
Aragón detalló en diálogo con Cadena 3 que Andes dará de baja las rutas adquiridas para ir a Brasil y el Caribe. También dejará de volar desde Buenos Aires a Tucumán y canceló las frecuencias entre Salta y Tucumán. Con los cinco aviones que mantendrá operativos, seguirá volando a Jujuy, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Iguazú, Bariloche, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia.
La devaluación fue la gota de agua que colmó un vaso que había comenzado a llenarse antes con la llegada de las low cost auspiciadas por el Gobierno. El gerente general de Andes, Horacio Preneste, había manifestado la semana pasada en un reportaje en Ámbito Financiero que la aparición de compañías “con espaldas financieras para sostener una estrategia de ingresar vendiendo pasajes baratos, perder dinero y así ganar cuota de mercado” había puesto en jaque a la empresa, ya complicada por la suba de los combustibles atada al aumento del dólar.
“Cuando se eliminó la tarifa mínima, lo que yo planteé a las autoridades fue que cuando uno desregula deben existir mecanismos antidumping, como lo muestran los ejemplos de Chile y Estados Unidos, para evitar la depredación de los mercados”, recordó en esa entrevista Preneste y agregó: “Existe un agravante de esta situación: hay una compañía que todavía no empezó a volar y hace un mes que está vendiendo vuelos a precios bajos. Cómo es posible que el precio de venta de los pasajes de los próximos meses lo fije una compañía que todavía no está operando en el país frente a empresas como Aerolíneas Argentinas, Lan y Andes que están establecidas hace muchos años. Ahora vivimos una situación complicada, pero no por culpa nuestra, sino por el contexto. Y en este contexto lo malo es que se creó una competencia ficticia.”