Las obras de desmonte del puente Reconquista, sobre la avenida Córdoba y las vías del ferrocarril San Martín, en Palermo, comenzaron hoy y en su lugar se construirá el viaducto San Martín. Pese a los cortes y desvíos, el tránsito fluyó sin problemas, pero los comerciantes temen verse afectados por la obra, que durará al menos un mes.
"El viernes dijeron que (el corte) era por 15 días y hoy me enteré por la tele que va a durar 33 días", dijo Néstor, que trabaja en un negocio de reposición de cerámicos en la avenida Córdoba al 5300, a pocos metros de Juan B. Justo. "La mayoría de nuestros clientes son consorcios, plomeros y albañiles que vienen con su vehículo a llevarse los materiales. No sabemos si van a hacer una excepción con los proveedores y los van a dejar pasar, esperamos que sí", agregó.
Desde la puerta del negocio donde trabaja Néstor se veía el operativo montado por decenas de agentes de tránsito y operarios.
Para llevar adelante los trabajos, la reducción de calzada progresiva de la avenida Córdoba comienza en el cruce con Scalabrini Ortiz y termina con un corte total ocho cuadras después, en Juan B. Justo. Del otro lado del puente, el tránsito por Córdoba está interrumpido sólo por una cuadra, hasta la calle Humboldt.
Mabel, propietaria de una rotisería ubicada sobre Córdoba entre Darwin y Godoy Cruz, a unos 50 metros del puente, contó que "tengo la parada del colectivo en la puerta, mis clientes se bajan y entran a comprar. Ahora no va a pasar ningún colectivo por acá". La mujer, de 64 años, tiene el mismo local desde 1982. Primero fue una heladería y ahora prepara pizzas, empanadas y minutas para vender a los trabajadores de la zona. Pasó dos veces la repavimentación de la avenida y vivió las inundaciones que luego se solucionaron con el arreglo del arroyo Maldonado. "Hace rato que pedían ese arreglo, la barrera no funcionaba bien y había accidentes de autos y de peatones", comentó.
Para aliviar el tránsito de la avenida Córdoba, se habilitaron hoy varios cruces que por la obra del viaducto San Martín estaban interrumpidos, como los de las calles Vera, Villarroel y Aguirre.
"Va a ser complicado, pero es para mejor", dijo optimista Jorge, inspector de la línea de colectivos 140, una de las tantas que desviará su recorrido por las obras. Su trabajo es avisarle a cada chofer qué calles debe tomar.
Y agregó: "Córdoba se satura en hora pico, por acá salen para zona norte. Sin el arreglo, los colectivos a veces llegaban con 45 minutos o una hora de demora".
El gobierno porteño estimó que la obra llevará 33 días y beneficiará a 2.000.000 de personas que viven en el área de influencia del ferrocarril San Martín, de las cuales casi 700.000 pertenecen a la Ciudad de Buenos Aires. Con el viaducto eliminarán 11 barreras y se abrirán nueve calles, lo que "favorecerá la integración en el barrio, eliminará accidentes y mejorará el transporte público", dijo ayer el ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, Franco Moccia, al recorrer las obras.
El viaducto, con una longitud de cinco kilómetros, se extenderá sobre la traza de esa línea ferroviaria entre las calles Honduras y la avenida Garmendia.