El diputado Máximo Kirchner estuvo en Comodoro Py para declarar en la causa de las fotocopias de los cuadernos. La indagatoria del hijo de los ex presidentes fue breve: se limitó a entregar un escrito, como hizo su madre en todas las indagatorias a las que fue convocada. Máximo se concentró en rechazar las acusaciones que surgieron de la declaración, nada creíble, de José López. El ex secretario de Obras Públicas sostuvo que con dinero de los bolsos de financiaron campañas electorales y la actividad de La Cámpora. En su texto de ayer, Máximo afirmó que nunca recibieron dinero ilegal, ni él ni la Cámpora, que no hay sostén de la acusación, que toda la causa de las fotocopias de los cuadernos es ilegal y exigió que se le entreguen a la defensa las grabaciones de las declaraciones de los arrepentidos, entre ellas la de López. La ley obliga a registrar por medios electrónicos los encuentros entre juez, fiscal y arrepentido, por lo que debería existir esa grabación. La sospecha es que las declaraciones de los arrepentidos fueron manipuladas.
Máximo llegó a Comodoro Py acompañado del abogado de la familia, Carlos Alberto Beraldi. Vistió de manera informal con una remera que reproduce la tapa de un disco de Metallica con la leyenda Justice for all, es decir justicia para todos. En la imagen, el tradicional dibujo de la justicia, con los ojos vendados, aparece maniatada y los platillos de la balanza totalmente desiguales.
La base de la respuesta del hijo de los ex presidentes es que todo el expediente es ilegal. Arrancó con que, supuestamente, se utilizaron cuadernos sin el consentimiento de quien los escribió, luego se perdieron los originales, hubo una elección ilegal de juez, el magistrado y el fiscal son incompetentes, se encarceló a numerosas personas y se terminó imputando a todos por un delito --asociación ilícita-- en el cual convergen personas desconocidas y hasta allegados al actual gobierno.
Respecto de la parte que le toca, Máximo dijo que la declaración de López fue desmentida por todos los señalados: Julio De Vido, José Olazagasti, Wado de Pedro, Andrés Larroque y Julián Alvarez. No se aportó ni una prueba. A esto se agrega que López ni siquiera nombró a Máximo, sino que se lo citó porque es un dirigente de La Cámpora. "El derecho penal exige una imputación específica, directa, de que hubiera recibido dinero ilegal", responde el escrito.
Tal vez el centro del texto entregado por Máximo está en el reclamo para que se entreguen a las defensas las grabaciones de las audiencias del fiscal y el juez con cada uno de los arrepentidos. El registro electrónico es una exigencia de la llamada Ley del Arrepentido, en su artículo 6: "las declaraciones que el imputado arrepentido efectuare en el marco del acuerdo de colaboración deberán registrarse a través de cualquier medio técnico idóneo que garantice su evaluación posterior". La Cámara ya le dijo al juez que entregue las grabaciones y el magistrado sigue negándose.
La sospecha existente es que hubo una especie de negociación con algunos de los arrepentidos para que incluyan a la ex presidenta Cristina Kirchner o a La Cámpora o a otras personas. Uno de los ejemplos más claros es el de José López, precisamente quien cambió varias veces lo que dijo respecto de los nueve millones de dólares que tiró en el convento. Cuando dijo que era dinero proveniente de la ex presidenta, recién ahí lo aceptaron como arrepentido. Y las pruebas categóricas indican que esos nueve millones de dólares los tenía él guardados en su casa desde hacía tiempo, por lo que es falso que alguien se los haya dado --como afirma el ex funcionario-- la noche en que los llevó al convento.