El ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil Teori Zavascki falleció hoy luego de que la avioneta en la que viajaba se estrellara en el mar cerca de Ilha Rasa, en las proximidades de Paraty, Río de Janeiro. Zavascki era el relator del caso Petrobras en el STF y se encontraba en pleno proceso de homologación de las confesiones de 77 ejecutivos de la constructora Odebrecht, implicada en pagos de sobornos en Brasil y varios lugares del mundo.
Los bomberos informaron que fueron tres los fallecidos por la caída de la aeronave y luego el hijo del magistrado confirmó que su padre estaba entre las víctimas fatales. “Queridos amigos acabamos de recibir la confirmación de que mi padre falleció. Gracias a todos por la fuerza”, escribió Francisco Zavascki en su cuenta de Facebook.
La expresidenta Dilma Rousseff expresó su pesar también en las redes sociales y destacó a Zavascki como “un gran brasileño”. “Tuve el privilegio de nominarlo para ministro del Supremo Tribunal Federal, con una amplia aprobación del Senado. Desempeñó esa función destacándose como un hombre serio y honrado”, remarcó la mandataria destituida tras un golpe parlamentario.
Zavascki había interrumpido la feria en los últimos días y determinó que este lunes se realicen las audiencias en las que los empresarios debían firmar sus “delaciones premiadas”, en las que a cambio de denunciar a políticos y otros empresarios reciben una reducción de sus penas. El Lava Jato, que salpica a gran parte de la clase política brasileña, investiga sobornos pagados por la empresa constructora Odebrecht a cambio de jugosos contratos con Petrobras y otras empresas del estado.
Los directivos de Odebrecht nombraron en sus declaraciones al actual presidente Michel Temer y a varios de sus ministros y aliados parlamentarios. Serán esos mismos apuntados quienes definirán quién quedará ahora a cargo de seguir la causa: el mandatario deberá proponer a un nuevo juez para el máximo tribunal y el Senado aprobar la designación.
En esas declaraciones también se conoció el pago de 600 mil dólares al actual titular de la Agencia Federal de Inteligencia argentina, Gustavo Arribas, por parte de un operador de la empresa constructora brasileña, Leonardo Meirelles. Meirelles está condenado a cinco años de prisión por el pago de coimas, el cual reconoció en el marco de su delación premiada.