La Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte de la Ciudad de Buenos Aires cree que el clásico por Copa Argentina entre Central y Newell’s es de “alto riesgo” y desplegará el próximo jueves en cancha de Arsenal un espectacular operativo policial. La seguridad estará a cargo de más de 150 uniformados y se montará el primer vallado en un anillo a 500 metros de la cancha a pesar de que se jugará a puertas cerradas y sin público. Se prevé, además, un estricto acceso por “planilla” de cada uno de los asistentes, entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes.
Copa Argentina no quiso asumir riesgos y decidió alejar el clásico a 300 kilómetros de la ciudad y disputarlo con estadio cerrado. El partido el jueves a las 15.30 será en cancha de Arsenal pero igualmente se montará un operativo de seguridad similar a los encuentros que tienen asistencia de simpatizantes en las tribunas.
La decisión se tomó al detectar que en páginas de hinchas en Facebook se autoconvocan canayas y leprosos a viajar a Buenos Aires para alentar a los jugadores desde los alrededores del estadio. “Todos a Buenos Aires al banderazo de apoyo”, exhorta una de las invitaciones.
Para desalentar el traslado de simpatizantes, la policía desplegará un cerco perimetral sobre el estadio de Arsenal que impedirá acercarse a la cancha más allá de los 500 metros. La policía de Buenos Aires montará un vallado de control (en total serán tres) a cinco cuadras.
La organización del partido notificó a los clubes de los detalles del riguroso ingreso al estadio y limitó incluso la asistencia de autoridades de ambos clubes a presenciar el partido. Al margen del plantel profesional, cuerpo técnico y ayudantes del primer equipo (esta delegación no podrá ser superior a 35 personas), solo podrán ver el clásico 30 directivos o autoridades por cada club.