Van seis años de Muñecas con un disco que ya es bisagra: Muñecas (Geiser Discos) tiene el ánimo puesto en un salto cualitativo inmediato. El show de esta noche a las 21.30, en el ciclo “El artista es mi vecino” de Plataforma Lavardén (Gran Salón, Mendoza 1085), será testimonio de este buen momento. “Es un disco con el que sentimos que finalmente encontramos una identidad musical”, le dice Fabricio Zero a Rosario/12.

La guitarra y voz de Zero completan su tarea compositora en el grupo que integra junto a Manuel Camarasa (bajo), Marcos Ribak (guitarra) y Daniel Menegozzi (batería). Con reconocimiento en certámenes de importancia como Rockea BA 2014, Camino a Abbey Road 2015 y el concurso Pre-Primavera 2015 de Rosario, Muñecas tiene un camino por delante consecuente con su redimensión. “Para nosotros el disco es básicamente la conclusión de un proyecto. Hemos sufrido diferentes cambios de formación y mutaciones en cuanto a lo musical, incluso hemos resumido nuestro nombre (Muñecas rusas, originalmente). Ahora sentimos que hemos encontrado una identidad musical, desde cuestiones ligadas a la expresión, la actitud y lo lírico”, agrega Zero.

De un tiempo a esta parte, Muñecas ha experimentado “un cambio bastante rotundo, de hecho es materia de charla en los momentos donde hacemos balance. De alguna manera nos vemos un tanto sorprendidos por cómo fue cambiando el panorama, en cuanto a la respuesta y asistencia a los recitales, así como por las devoluciones que comenzamos a recibir, totalmente distintas a las de antes. Hacer un disco te lleva a repensar un poco tu obra, también desde el punto de vista de cómo uno la presenta. Fuimos viendo una evolución notoria de la banda, no solamente en lo musical sino desde una situación casi metafísica, te diría, en cuanto a cómo plantarnos en el escenario, actitudinalmente y sonoramente”, explica el músico.

La tarea del productor, Tuta Torres (bajista de Babasónicos), se ha revelado fundamental en esta nueva etapa. Como lo refiere Zero, “hubo que logar una identidad y hacer congeniar aquello que nosotros hacíamos con lo que empezamos a hacer. Con el disco comenzó una manera de trabajar totalmente distinta, pero en combinación con lo que ya veníamos haciendo. Buscamos algún tipo de linealidad que fuera coherente y que pudiera mantener la heterogeneidad que suponía revisar el pasado junto a lo nuevo del presente. Juntamos distintos temas para hacer los demos, y ahí tuvo que entrar la tarea del productor con una especie de curaduría, con un trabajo medio docente, porque nos tuvo que ordenar las ideas, las ansiedades, incluso saber cómo decirnos qué era lo que no funcionaba. El compositor -por lo menos yo- es muy celoso de lo que hace, y cuando viene alguien que te dice que algo no funciona duele un poco. El trabajo de Tuta fue fundamental porque supo cómo congeniar con nosotros, a pesar de que nos agarramos de los pelos algunas veces cuando me decía cosas que no me gustaban. Al fin y al cabo, con el tiempo me fui dando cuenta de que tenía razón. No tengo ningún temor en decirlo. Estamos súper agradecidos con su trabajo”.

El devenir de Muñecas es inminente, ya que lo de esta noche “es también una despedida de la presentación del disco, porque ya estamos haciendo otra cosa. Si tenemos algo para decir, eso se verá plasmado en lo que se viene, y lo que avizoramos es un 2019 mucho más intenso. De a poco estamos saliendo de Rosario cada vez más y probablemente a mitad de año tendremos el nuevo disco. Además, el próximo mes estaremos presentando el video de (la canción) “Marejada”, más otro video que saldrá a principios del año que viene”.