A una semana del femicidio de Sheila, brutalmente asesinada y desechada en una bolsa, otro pequeño cuerpo fue víctima de la violencia y el descarte. Estefanía tenía apenas 9 años y había sido vista por última vez el jueves a la tarde cuando jugaba a las escondida s con su primo y otros niños, en la localidad bonaerense de José Mármol. Horas más tarde, su cuerpo sin vida fue arrojado junto a las vías del Ferrocarril Roca desde un automóvil en movimiento. Por el crimen fue detenido el primo, de 15 años, que horas antes había estado con ella.
El cuerpo de Estefanía Bonome fue encontrado durante la noche del jueves en el pasaje San Joaquín y Erezcano, junto a las vías del Ferrocarril Roca, por vecinos del barrio La Perla, en José Mármol. La niña, que pertenece a la comunidad gitana, estaba semidesnuda, golpeada y con una bolsa en la cabeza. De acuerdo a los primeras peritajes, el cuerpo tenía un corte en la mano derecha, otro en el abdomen, otro en una ceja y otro, de mayor profundidad, en la muñeca izquierda, que hace prensar a los investigadores que la nena intentó defenderse de su agresor.
“Cerca de las 9 estábamos en la agencia y se acercan dos muchachos en bicicleta. Estaban pálidos y nos pidieron que llamemos al 911 porque habían visto una nena ensangrentada y con la cabeza tapada tirada en el piso”, contó a los medios un remisero de la zona. “Mi compañera llama al 911 y yo corro al pasaje donde me indicaron. Cuando llegué encontré a la nena boca abajo, semidesnuda con sangre en las manos y el cuerpo, golpeada. Fue shockeante porque tengo una hija de la misma edad”, agregó.
Al revisar las cámaras de seguridad de la zona, los investigadores vieron a un camión blanco, con cámara de frío, pasar por el pasaje donde luego se encontró el cuerpo. Al determinar que el titular del vehículo era el abuelo del sospechoso –el joven en ocasiones también manejaba el camión–, se ordenaron dos allanamientos, uno en la casa del hombre –en la que convive con el primo de Estefanía– y otro en un galpón situado en Amenedo y Chayte, donde el abuelo guarda los vehículos de su empresa.
En el primer allanamiento se encontró una campera roja y un jean de color azul manchados con sangre, prendas que, según el relato de los testigos, estaba utilizando el adolescente cuando fue visto junto a Estefanía por última vez. En el segundo, que se realizó en un galpón ubicado a unas 15 cuadras del lugar donde se descartó el cuerpo, se halló el camión Mercedes-Benz color blanco que aparece en las imágenes de las cámaras de seguridad del municipio. Dentro del vehículo de carga los investigadores encontraron gran cantidad de manchas de sangre en forma de goteos, por lo que sospechan que la nena fue asesinada allí. En el lugar, además, había un cuchillo tramontina con mango de madera y manchas de sangre en su hoja que, se cree, habría sido el arma empleada para matar a la niña.
La causa inicialmente quedó a cargo de la fiscal Marcela Juan, titular de la UFI 2 especializada en Violencia de Género, del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Tras el arresto del adolescente, Marcela Juan se declaró incompetente y remitió la causa a la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil 2 de la misma localidad, a cargo de Hernán Cerutti.
Los motivos del femicidio aún se están investigando. Las primeras versiones hablaban de venganza por una supuesta denuncia previa por abuso sexual en contra del acusado. En tanto, familiares y vecinos negaron que se trate de un ajuste de cuentas y dieron a entender que el joven tenía problemas neurológicos y de consumo de drogas y que contaba con antecedentes por abuso sexual y violencia de género. El tío abuelo de la nena, también familiar del sospechoso, habló de una posible violación. “Se ve que (el joven) la levantó del vehículo con apoyo de otro porque uno solo no puede hacer eso. Y bueno, la quisieron violar –no sé si la violaron–, le sacaron la ropa, la golpearon en la cara, en el cuerpo y la tiraron de la camioneta en una bolsa”, sostuvo Carlos Alberto sobre lo que podría haberle pasado a Estefanía.
“Me dijeron que habían encontrado un cuerpo pero no que era de Estefi. Mi marido lo fue a reconocer”, relató conmovida la mamá de la niña, que contó a los medios que se enteró de lo ocurrido recién cuando estaba en la comisaría. “Quiero que lo maten ahí adentro como él mató a mi bebé”, dijo en un momento de desesperación, antes de desmayarse ante las cámaras de televisión. El padre de la nena, que tuvo que reconocer el cuerpo, contó que el detenido y su hija jugaban en la puerta de la casa a las escondidas. “En un momento ella sale corriendo y él la sigue atrás. No se supo más nada desde ese momento”, relató el hombre, quien pidió perpetua para el detenido y contó que horas después de la desaparición de Estefanía el joven se acercó a preguntarle por ella.