La empresa Ocean Infinity, propietaria del barco Seabed Constructor, que realiza la búsqueda del submarino ARA San Juan, había anunciado ayer por la mañana su decisión de suspender esa tarea, pero con posterioridad modificó la postura, ante la firme oposición de los familiares de los 44 tripulantes de la nave desaparecida. “Nos habían comunicado que iban a suspender la búsqueda hasta el mes de febrero, pero luego las autoridades de la Armada nos dijeron que continuarán realizando las tareas por el plazo de sesenta días mínimo al que se habían comprometido”, le dijo a PáginaI12 Isabel Polo, hermana del cabo primero Daniel Alejandro Polo. La búsqueda, que se encuentra en su jornada número 43, finalizaría el 13 o el 14 de noviembre próximo. “La noticia sobre la suspensión causó mucho malestar entre los familiares y hasta hubo personas descompuestas a las que hubo que asistir”, precisó la vocera de los familiares. 

“Luego de recibir la información nos comunicados con las autoridades de la Armada y finalmente el jefe de la Base Naval de Mar del Plata (capitán de navío Gabriel Attis), nos confirmó que la búsqueda seguirá dentro de los plazos previstos”, señaló Isabel Polo. La noticia sobre la suspensión del operativo de búsqueda se había conocido en la mañana de ayer, luego de tres días consecutivos sin tener contacto con la nave que están realizando las tareas. Junto con el anuncio, se había señalado que el barco había realizado el barrido de 12 áreas, sin detectar ningún elemento concreto sobre la ubicación del submarino desaparecido en noviembre de 2017. 

En forma inmediata, los familiares de los 44 tripulantes hicieron saber de forma pública que “desde la dirección de la empresa” comunicaron que habían resuelto “suspender la búsqueda hasta el mes de febrero” porque “les resulta inútil seguir ampliando áreas”, motivo por el cual iban “a realizar un estudio pormenorizado en tierra de toda la data recogida para luego determinar cómo seguían y por cuánto tiempo”. Los responsables de la empresa acompañaban la comunicación con un informe detallado de los operaciones realizadas en el área 11. 

La decisión hubiera modificado abruptamente el plan previsto, que en estos momentos es el de llegar el jueves 1º de noviembre al puerto de Punta Arenas, para realizar el cambio de tripulación y retomar las tareas de búsqueda. Por medio de un comunicado, los familiares de los 44 tripulantes expresaron su preocupación por la decisión de la empresa e iniciaron gestiones ante las autoridades de la Armada, hasta que finalmente lograron revertir la situación, según confirmó Isabel Polo, ante la consulta de este diario.