PáginaI12 En Brasil
Desde Porto Alegre
Lula cumple hoy 73 años. Desde la celda de Curitiba donde lleva alojado seis meses y veinte días no podrá ver el festejo que le prepararon. En el barrio de Santa Cándida, al norte de la ciudad, la vigilia continúa persistente en la demanda de su liberación. No solo se mantiene. También se renueva. Se calcula que desde el 7 de abril pasaron por ahí unas 40 mil personas. Los organizadores diagramaron un acto “conmemorativo, festivo y solidario con el presidente” cuenta Neudicléia de Oliveira, la asesora de prensa del Movimiento Lula Libre. Está prevista la presencia de autoridades del Partido de los Trabajadores (PT), diputados federales y estaduales, pero sobre todo de militantes de organizaciones sociales, sindicales y estudiantiles que le hacen el aguante al ex presidente. Es curioso, pero el preso más popular y emblemático de América Latina va por su segundo cumpleaños en prisión. El 6 de octubre vivió lo que él llama su onomástico “oficial”. Porque cuando nació en 1945 en Garanhuns, estado de Pernambuco, lo anotaron con aquella fecha en el registro civil. Muchos medios internacionales habían dado la noticia en su momento sin la necesaria explicación.
De Oliveira cuenta que habrá torta y esta vez la novedad será la presencia de “representantes de doce países de América Latina que participan de un curso en la escuela del MST (Movimiento sin Tierra) Florestan Fernandes de San Pablo. Son 53 personas de diversas nacionalidades que se sumaron a la vigilia y al cumpleaños”. Ella agrega que pasaron por la Superintendencia donde está detenido Lula “visitantes de todo Brasil. Yo vivo en San Pablo y me encuentran aquí, de vigilia. En este espacio también estamos defendiendo la elección de Fernando Haddad”.
El líder del PT está al tanto de todos los movimientos que se producen alrededor del predio donde cumple la condena de doce años que le impuso el juez Sergio Moro. Sus abogados le transmiten las novedades. Y las que se producirán hoy desde las 11 de la mañana tienen un sabor tan especial como agridulce. Lula sumará este 27 de octubre 204 días de detención. Está entero. Recibe visitas políticas y familiares con periodicidad. Ya conversó con el lingüista estadounidense Noam Chomsky, la hija del Che, la médica cubana Aleida Guevara; el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, la actriz brasileña Lucélia Santos, el cantante Chico César y la presentadora de TV, Bela Gil. Al que no dejaron ingresar fue al músico Roger Waters, ex Pink Floyd.
Rui Falcao, ex presidente del PT y diputado electo por San Pablo visitó el jueves a Lula junto a Gleisi Hoffmann, la máxima autoridad partidaria. El dirigente le comentó a PáginaI12 que “estaba muy bien y empezó haciendo una broma cuando nos preguntó: ¿ni usted ni Gleisi me trajeron un regalo? Después nos dijo que el PT es el mejor partido del mundo. Porque nosotros instalamos en el segundo turno a alguien que nunca había sido candidato a presidente, en una campaña con poco más de un mes. Por eso nos dijo que estamos vivos, que fuera cual fuera el resultado electoral, al otro día tendremos que estar con la militancia. Lo vi muy optimista”.
En las vísperas de la elección, el libro de visitas de la vigilia en Santa Cándida ya reúne más de ocho mil firmas desde mayo pasado. Dejaron su rúbrica brasileños de diferentes partes del país, argentinos, paraguayos, italianos y franceses, entre otros. Todos pasaron por el terreno en que se mantiene el campamento de Curitiba. Se encuentra muy próximo a la celda de 15 metros cuadrados donde Lula no descansa en el armado político de lo que vendrá. Tarso Genro, su ex ministro de Educación, Relaciones Institucionales y Justicia dice que “lo último que le interesa es la libertad”. Le explica a este enviado que se mantiene hiperactivo, que no han conseguido doblarlo y que sigue el día a día de todo lo que pasa en el país.
Lula está rodeado de tantos afectos como militantes incondicionales que vuelven imperceptibles - en un sentido imaginario - los muros de su prisión. No consiguieron aislarlo ni neutralizarlo políticamente, aunque ése es el propósito de su detención. El espíritu de la gente que invadió Santa Cándida se mimetizó con el vecindario. El Movimiento que pide por su liberación plantó más de cien árboles en gratitud por las demostraciones de solidaridad recibidas. A todos les cambió la vida la detención del ex presidente. Desde el primer día de prisión, la gente lo saluda con un “buen día”, “buenas tardes”, buenas noches”. Con puntualidad y disciplina. “De aquí a cincuenta, cien años esto va a quedar registrado en los libros de historia” comenta Joka Madruga, el reportero gráfico de Lula Libre que le pone la lente a cada instante de lo que pasa en Curitiba.