El peronismo reapareció en la escena política del verano con un severo embate contra la gestión de Miguel Lifschitz y la de sus antecesores socialistas, en el marco del estrago causado por las abundantes lluvias de las últimas semanas que anegaron el centro y sur de la provincia. Un documento firmado por diputados del Frente Justicialista para la Victoria responsabiliza al Frente Progresista Cívico y Social de reducir de manera constante la inversión en obras públicas desde la gobernación de Hermes Binner hasta hoy. Acusa subejecución de partidas presupuestarias, al punto de ‑aseguran‑ haber gastado en obras de infraestructura sólo 61 por ciento de lo que el Presupuesto autorizaba. Así pidieron a la Casa Gris que "se deje de discusiones estériles" con el gobierno de Mauricio Macri y "ponga un giro" para tomar decisiones. Para ello, exhortaron a tomar medidas fiscales como para generar 2 mil millones de pesos para rescatar la producción primaria perjudicada por los anegamientos.

Los legisladores provinciales Roberto Mirabella, Héctor Cavallero, Germán Bacarella, Silvia Simoncini y Patricia Chialvo divulgaron ayer un documento en el que reprocha a la administración Lifschitz de pelearse con el macrismo para "distraer la atención sobre la responsabilidad que le cabe en prevenir y atender el problema" de las inundaciones.

Para ellos, las dramáticas consecuencias del temporal reflejan "el fracaso del pregonado Plan Estratégico Provincial y la inutilidad de los nodos como herramientas de gestión". En esta línea, expusieron que la participación de la inversión en obra pública dentro del gasto provincial fue de 7,4% en la última gobernación de Jorge Obeid, y que desde entonces bajó en tobogán con Hermes Binner (3,2%), Antonio Bonfatti (2,6%) y Miguel Lifschitz (2,2%) en lo que va de su gestión.

Los diputados aseguraron "el nivel de ejecución del plan de obras públicas del período 2008-2015 alcanza a un 55% de los créditos presupuestarios previstos". Y añadieron que el otrora Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente -en tiempos de Antonio Ciancio- sólo ejecutó un promedio del 61 por ciento de lo que tenía presupuestado.

Le endilgaron a Lifschitz "la ausencia de un plan estratégico en materia hídrica, falta de obras y falta de decisión por encararlas". Y lo relacionaron con el renunciado secretario de Recursos Hídricos, Roberto Porta, quien el miércoles prendió el ventilador una vez despedido y reveló varias falencias en el área que hoy tiene como responsable político al ministro de Infraestructura, José Garibay. "La última compra de equipos se hizo en la época de Obeid, por lo que están obsoletos y se rompen a cada rato", dicen los peronistas que el radical Porta dijo.

Por tantos palos, los legisladores llamaron a "poner un giro a la gestión" y "disponer de los instrumentos adicionales que tiene al alcance para generar beneficios en materia fiscal, y redireccionar el plan de obras públicas para atender la emergencia".

En este marco, minimizaron el valor de prorrogar el estado de emergencia agropecuaria. En cambio, reclamaron la restitución del fondo de estabilización fiscal e inversión, declarar estado de desastre y crear un fondo de 2 mil millones de pesos para recomponer la producción y el hábitat urbano. Para ello recomendaron "afectar los recursos del fondo anticíclico, los ingresos provenientes de la mayor recaudación tributaria nacional y provincial, Aportes del Tesoro Nacional y de organismos externos de crédito". Medidas todas a refrendar por ley en sesiones extraordinarias que debería convocar el gobernador, según el planteo opositor.