En plena burbuja de contratación de estrellas, la administración general del deporte chino anunció que quiere frenar las “inversiones irracionales” de los equipos. A tal fin, la Federación de Fútbol de ese país determinó que cada club de la Super League sólo podrá alinear a tres jugadores extranjeros en lugar de cuatro, límite existente hasta ahora, lo que habría abortado la llegada del colombiano Radamel Falcao –en las filas del Mónaco– al Tianjin Quanjian. La medida ya provocó las salidas del francés Gael Kakuta (Hebei CF) a La Coruña de España y del paraguayo Oscar Romero (desde el Shanghai Shenhua) a Alavés. La ACF también controlará el “alto gasto” en pases a través del cobro de un porcentaje de estas contrataciones. Según el organismo, estos fondos irán destinados a la formación de jóvenes promesas.