Varias dotaciones de bomberos continuaban ayer a la tarde las tareas de control del fuego en el Valle de Uco, en la zona central de Mendoza, donde se quemaron 1500 hectáreas de campos sin que se produjeran daños materiales ni humanos.
Según una vocero de Medio Ambiente “aún hay brasas prendidas, por lo cual el fuego no está apagado en su totalidad pero sí controlado, y afortunadamente no se ha afectado ninguna finca en particular y la situación está controlada”. “Creemos que si el tiempo sigue así, sin vientos, el sábado próximo podría estar totalmente regulada la situación y por ahí anunciar que está completamente apagado”, indicó el vocero.
El titular del Plan Provincial de Manejo contra el Fuego, Guillermo Ferraris, precisó que las llamas se iniciaron en la localidad de La Remonta, en Tunuyán, cercana al Manzano Histórico. “Las llamas están contenidas, pero no apagadas”, dijo el funcionario y aclaró que “se trató de terreno inculto y no provocó daños en las fincas productivas de la zona”, ni tampoco se registraron personas heridas.
Las brigadas trabajaron durante toda la noche para evitar que el siniestro arrasara la zona de viñedos que hay en el Valle de Uco.
Ferraris explicó que una de las principales causas de los incendios en varias zonas rurales de la provincia es la quema de malezas y pastizales a las que recurren los puesteros para hacer limpieza, pese a que es una práctica prohibida por la ley y pasible de multas de hasta 20.000 pesos.