El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, asistirá hoy a la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado para defender el Presupuesto 2019. El funcionario será el primero de los ministros convocados para avanzar con el tratamiento del proyecto que ya cuenta con media sanción de Diputados,
Los senadores escucharán al jefe de Hacienda a partir de las 15:00, mientras que mañana será el turno a la misma hora de la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, mientras que el miércoles asistirá al mismo ámbito el ministro de la Producción, Dante Sica, aunque a las 10:00. En tanto, se prevé que el 6 de noviembre se escuchen las palabras del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, hombre importante en las negociaciones para apuntar a la aprobación del proyecto. La intención es firmar el dictamen el miércoles 7 de noviembre, para poder llevarlo a votación en el recinto el 14, cuando el oficialismo espera convertirlo en ley. Junto con el Presupuesto 2019 se debatirán la adenda al Consenso Fiscal 2018, la modificación a las exenciones del impuesto sobre los bienes personales y los cambios a la Ley de impuesto a las ganancias.
El Presupuesto anticipa para el año próximo un escenario de recesión, con una caída del 0,5 por ciento de la actividad económica, que se suma a la baja de 2,4 por ciento que el Gobierno estima para el cierre de 2018. En ese marco, con una inflación que este año se ubicará entre 45 y 50 por ciento y de mantenerse en niveles elevados en 2019 (23 por ciento al final del período y promedio de 34,8), la pérdida de poder adquisitivo se hará sentir en el consumo. La estimación es una caída de 1,6 por ciento en el consumo privado y una baja del 9,7 por ciento en la inversión. El tipo de cambio, una variable clave en esa pérdida de bolsillo por el traspaso a precios internos, está previsto se ubique en 40,10 pesos promedio para 2019, a 44,30 en 2020, 48,20 en 2021 y 50,50 en 2022. El valor no se condice con las bandas de flotación actualizables por inflación que acordó el Banco Central con el FMI para contener la apreciación de la divisa.
El equilibrio presupuestario se hace sobre la base de un ajuste en las principales partidas, con excepción de los intereses de deuda. En términos reales (tomando en cuenta la inflación promedio proyectada), el gasto primario se contraerá un 13 por ciento, con una caída del 11 por ciento de los gastos corrientes y de 42 por ciento de los gastos de capital (inversión). Siempre sobre la base de cotejarla con la inflación, la reducción del gasto con respecto a este año se focalizará, además de los ítems detallados, en Vivienda y Urbanismo (-48 por ciento), Promoción y Asistencia Social (-20), Agua Potable y Alcantarillado (-20 por ciento).
Por el lado de los ingresos, la recaudación de impuestos nacionales y de contribuciones de la seguridad social crecerá 38,9 por ciento, mientras que se continúa con la reducción del 33 al 30 por ciento del tope de derechos de exportación a la soja y se mantiene el 12 por ciento para el resto de los productos. Por su parte, se incorpora un “fondo compensador” a municipios por la quita de subsidios al transporte urbano de pasajeros: 6500 millones de pesos adicionales para amortiguar parcialmente el traspaso de la política de subsidios a las jurisdicciones locales, tras la quita de 43.000 millones de pesos.
Las necesidades de financiamiento para 2019 llegarán a 38.900 millones de dólares: 2.500 millones nueva deuda, 20.100 millones se refinanciarán; 11.700 millones del acuerdo con el FMI y otros 4.600 millones de organismos internacionales.