“La verdad va a prevalecer”, le responde a los gritos una mujer a un hombre que en vano intentaba explicarle la importancia de la Ley de Educación Sexual Integral en las escuelas. Bibiana, de 56 años, no pudo tener hijos pero decidió asistir a la marcha que los antiderechos realizaron durante la tarde de ayer frente al palacio legislativo porque “no quiere que el estado pervierta la inocencia de sus sobrinos y de los niños de la Argentina”. El grupo que se concentró ayer desde las 17 frente al Congreso tenía una consigna clara: “Con mis hijos no te metas”. Con globos rosas y celestes –porque, dicen, “se nace mujer o se nace hombre”– se reunieron para repudiar el proyecto de modificación de la ley 26.150 de Educación Sexual Integral porque imparte una “ideología de género antinatural y totalitaria”.
Los padres estaban exaltados, pero contentos: según comentaron, no esperaban llenar la Avenida Entre Ríos, entre Yrigoyen y Rivadavia. Ayer, desde las 17, fueron acercándose con banderas de Argentina, globos, y carteles celestes y rosas. “Se está haciendo circular en los colegios un material que no fue explicado a los padres, que son los primeros responsables de sus niños. Estamos de acuerdo con que se enseñe anatomía, pero no con la ideología de género. Esas son pretensiones de una minoría. Quieren meterle cosas en la cabeza a los chicos. Eso no es educar, es politizar”, dijo Bibiana.
Junto a la reja del Congreso, los antiderechos armaron un escenario, rodeado por una larga bandera celeste y blanca. “Con nuestros hijos”, gritaban por el micrófono. “No te metas”, respondían coreando los padres. Antes de empezar el acto, cantaron el himno nacional y unas estrofas dedicadas al ministro de Educación: “Ay ministro Finocchiaro, a ver si nos entendés, con mis hijos no te metas, te lo digo de una vez”.
Si bien la mayoría de los asistentes eran padres, se mezclaban entre ellos algunos abuelos y niños. A un costado del escenario, una nena miraba asombrada la cantidad de globos a su alrededor, sentada en los hombros de su padre. “Papá, ¿por qué hay tantos globos?”, le preguntó. “Porque estamos reclamando para que en el jardín y en la escuela les enseñen algunas cosas sí y otras no”, le respondió. “¿Y por qué?”, insistió la pequeña. “Porque sí, porque son nuestros hijos y los padres tenemos que decidir qué les queremos contar y qué no”, insistió el papá.
“Este fue un año glorioso. Salimos a defender a las dos vidas ante la locura que implicaba el proyecto de legalización del aborto. Y ahora salimos a luchar por nuestros hijos. Somos un pueblo que quiere defender a la familia”, dijeron desde el escenario. “Apoyados por la ola celeste, por los partidos políticos celestes y por toda la gente de bien, hacemos este familiazo porque queremos una Argentina libre de ideología de género” expresó Nancy García, representante de Con Mis hijos no te metas en Buenos Aires, un movimiento de padres que nació en Perú en 2016 y se extendió en distintos países. “Para la medicina solamente hay dos géneros: varones y mujeres” dijo Gabriel Flores Ciani, de Amor en Acción, interrumpido por un fuerte aplauso. “Nos dicen que somos un gigante que se despertó. Y es así. Estamos del lado de la verdad, porque la ciencia y la biología están de nuestro lado”, agregó Ayelén Alancay de Fundación Más Vida.
La religión, como en el resto de las manifestaciones contra la ESI y contra la legalización del aborto, estuvo al pie del cañón. Un grupo de padres sostenía un cartel que decía: “Niño y Niña - Hombre y Mujer. Nos creó Dios y Dios no falla. Él es perfecto”. “Queremos que se enseñe biología, que es la enseñanza natural que Dios ha establecido: hombre, mujer y la familia”, dijo Fernando, de 53 años, padre de 3 hijos. Y agregó: “Al niño hay que educarlo conforme a la biología que recibió en el momento de nacer: si es hombre, es hombre, si es mujer, es mujer”.
Mili, mamá de 2 hijas, opinó: “No estamos de acuerdo con la reforma de la ley ESI. Quieren que sea el gobierno directamente el que mande las cosas en cajas cerradas, todo con ideología de género, que no tiene base científica. Nosotros como madres y padres perdemos todo tipo de autoridad. Les enseñan que pueden elegir el sexo. Pueden elegir ser mujer, varón, ni una cosa ni la otra. Pueden elegir hasta ser un delfín y estaría bien”.
“Yo con periodistas de PáginaI12 no hablo”, respondió un médico ante la insistencia de su amigo para que este diario le hiciera unas preguntas. Después una profesional de Médicos por la Vida aceptó abrir el juego: “Creo que la ley de Educación Sexual que se implementa es mala porque está plagada de una ideología. Lo que iban a reformar empeoraba más la situación porque le quitaba la patria potestad a los padres e impedía que los colegios actuaran según su ideario”, explicó Mariana. “Nacemos hombre y mujer y en cualquier hueso de una persona muerta se puede cotejar. Eso es ciencia. La ideología de género lo que hace es aplicar como sexo algo que es un gusto: yo soy mujer pero me gustaría ser varón o un perro. Al gusto de una persona lo aplica como verdad y eso está mal”, concluyó.
Informe: Azul Tejada.