Aprovechando el éxito de Spotify, apareció en el mercado tecnológico vinculado al deporte una maravilla llamada Sportify. ¿Qué es Sportify? Un servicio de música deportiva digital que da acceso a cientos de canciones de hinchadas de futbol de ayer y de hoy.
Al repasar algunas de las novedades del mes, encontramos una particular versión de Rapsodia Bohemia, interpretada por la barra brava de Atlanta, con música de Queen. Se nos eriza la piel cuando el tenor de la barra bohemia, el Ruso Fainá, hace un falsete a lo Freddy Mercury entonando: “Mama mía, mama mía, hoy le ganamos a All Boys”.
También resulta interesante la producción de Andrés Calamar. El melenudo cantante de la barra de Platense le dedica un tema al colombiano Usuriaga (“No te preocupes, Palomo”). No es el único colombiano en ser homenajeado por una canción, también el Pibe Valderrama tuvo el suyo (“Raros peinados nuevos”).
Son divertidos los temas que las hinchadas les dedican a los árbitros (“¿Qué ves?”, “Pensé que se trataba de cieguitos”, etc.) o los que Sampaoli dispensó a la hinchada argentina en el último Mundial (“El día que me quieras”). También la que Chiqui Tapia entonó contando cuánto le costó a la AFA la desvinculación del mismo Sampaoli (“Carito”). Pero ciertamente me pareció más atractiva la inclusión de canciones que testimonian los sueños frustrados de algunos futbolistas del ascenso, como aquel tema que inmortalizó Frank Sinatra, “A mi manera” y que Esteban Scardutti, el zaguero del Deportivo Riestra, versionara con un título por demás confesional: “Soy de madera”. Acá les dejamos la letra. Poesía pura. Y cruda. Para cantar sentado en un banco de suplentes, ignorado por la hinchada y el DT. La vida misma.
SOY DE MADERA (con música de “A mi manera”)
Estoy sentado acá,
suplente fui mi vida entera.
Y ya no insisto más,
sé que al jugar soy de madera...
Corrí al goleador,
no lo frené, le puse el codo.
Mi pie es de nogal y de algarrobo.
Dolor, lo conocí
después de errar 200 goles.
También pifié un penal
y así sumé más decepciones...
Mi plan siempre falló.
Pateé 3 más, los erré todos.
Y mal, jugué muy mal, jugué a mi modo...
Que pueden decir, o criticar
si yo aprendí a fracasar.
Si hay que sufrir por no jugar
dos pases bien yo no sé dar.
Ya lo admití,
siempre admití, soy de madera.