La ex fiscal Viviana Fein, quien tuvo a su cargo la causa por la muerte de Alberto Nisman durante los primeros once meses, recordó ayer que en ningún momento tuvo “una prueba categórica y cierta de que estábamos frente a un acto homicida”, destacó que la causa “se mediatizó” a tal punto de que “se habla de pruebas que no existen” y se “tergiversan” datos y resultados de la investigación, y aseguró que lo demostrará “científicamente” después de la feria judicial, cuando se presente a declarar ante el juez federal Julián Ercolini. La ex fiscal, ahora jubilada, lamentó los “resultados que nunca llegaron” al expediente, como los mails de Nisman solicitados a la embajada de Estados Unidos, y desafió al agente de inteligencia Antonio Stiuso a que “traiga las pruebas” para fundamentar su hipótesis de que el ex titular de la UFI AMIA fue asesinado.
“Me guardé a silencio por mucho tiempo pero me sentí agraviada, con términos indecorosos hacia mi persona y debo aclarar por mi honra y por la memoria de mi madre quién es la doctora Fein y cómo trabaja”, explicó la fiscal que renunció a su cargo en abril de 2016. Los cuestionamientos que recibe obedecen a que “no se conoce la causa”, dijo, y reiteró que “si hubiese encontrado un encuadre legal (sobre la muerte de Nisman) hubiera emitido dictamen, pero si no tengo pruebas contundentes cometo una irregularidad gravísima”. “No teníamos una prueba categórica y cierta de que estábamos frente a un acto homicida”, remarcó, y cuestionó que se esperaron resultados “que nunca llegaron”, como el pedido a la embajada norteamericana de mails del ex fiscal o el pedido a la jueza Fabiana Palmaghini para que investigara un domicilio en Paraná por la búsqueda de un virus troyano.
Fein negó que haya habido irregularidades en el procedimiento como sugiere un pedido de investigación realizado por el fiscal Eduardo Taiano, a cargo del caso desde que la Corte Suprema resolvió que la muerte del fiscal debía ser investigada por el fuero federal, tal como pedía la madre de las hijas de Nisman –la jueza federal Sandra Arroyo Salgado– y quería el gobierno de Cambiemos. El cambio de fuero se decidió aún sin que hubiera certeza o una hipótesis clara en la causa que indicara que Nisman había sido asesinado. Por el contrario, como explicó Fein, los peritajes señalan que Nisman estaba solo en el momento de su muerte y que no intervinieron terceras personas.
Arroyo Salgado pretende ubicar ahora la muerte de Nisman el sábado 17 de enero a la tarde –y no el domingo 18– para que quede más cerca de la presencia del informático Diego Lagomarsino en el departamento de Nisman. Al respecto, Fein resaltó que los peritos de la querella “tuvieron que rectificarse y decir que la data de muerte era de 24 a 36 horas”. “Dejan un margen abierto de doce horas que no es estrictamente científico”, reflexionó. También recordó que no objetaron los resultados de los peritajes del arma para determinar por qué no había restos de pólvora en la mano de Nisman. “Produje medidas de prueba que jamás fueron sugeridas por la querella”, apuntó. Afirmó que “es mentira” que no se hayan encontrado restos de fulminantes durante los peritajes en el Centro de Investigaciones Fiscales (CIF) de Salta y explicó que el primer informe sobre la mano por parte de los especialistas que dispararon el arma señalan coincidencias con metales que se utilizan vinculados “a fuegos artificiales o un arma de fuego”.
Respecto al señalamiento de que había pisado sangre del fiscal en el departamento donde murió, dijo que antes de ingresar al baño “hubo una imagen de fijación previa, donde se filma el baño primero y se sacan fotos sin presencia humana”, de manera que “los patrones de sangre jamás se afectaron”.
Sobre las lesiones en el cuerpo de Nisman, declaró que los querellantes “fueron a los medios a decir que habían sido producto de golpes pero los peritajes dieron que por su coloración no se puede asegurar que fuera un golpe”. También respondió a la acusación de una escena “con gran cantidad de concurrencia” al puntualizar que “a las cinco y fracción de la madrugada del domingo 18 entró Prefectura y no se movió del living”. Aclaró que su llegada fue “tres horas después de que ingresara la madre de Nisman y el médico de la prepaga”.
“Es complejo determinar si Nisman se suicidó o fue asesinado”, sostuvo Fein, que reiteró que las tres hipótesis siguen abiertas: “se suicidó, lo indujeron o instigaron al suicidio, o lo mataron”.
Con relación a la declaración judicial del ex agente de inteligencia Antonio Stiuso, quien afirmó que Nisman fue asesinado, pidió “que lo fundamente y traiga las pruebas que la justicia no nos aportó a nosotros”. Agregó que si eso ocurriera sería “la primera en salir a los medios y decir ‘agradezco al señor Stiuso y felicito a la justicia federal que pudieron tener la prueba que no nos aportó a nosotros’”.
Con referencia al rol de Lagomarsino, a quien Nisman le pidió el arma de la que salió el disparo mortal, Fein recordó que fue ella quien lo imputó por esa facilitación del arma y pidió la prohibición de salir del país pero que no pidió su detención porque “no encontramos una prueba cierta que lo involucrara con la muerte, no podíamos obtener la hipótesis, como no lo hicieron la jueza Palmaghini ni las querellas”. “Que se sepa lo que hay en la causa y no se mienta más”, reclamó Fein, quien criticó a los funcionarios que hablan “en los medios” sin haber leído la causa, en particular al fiscal Germán Moles, por intentar “mancillar” su honor.
La ex fiscal contó que está preparando la presentación que hará en febrero ante el juez Ercolini para responder a los cuestionamientos sobre su actuación por parte del fiscal Taiano. “Fue totalmente normal (lo que ocurrió la noche en que apareció el cuerpo) y lo voy a explicar científicamente. No sólo yo, está documentado y lo voy a explicar con todos los peritos que actuaron. Contesto en el marco de la causa”, aclaró.