La AMIA fue ayer objeto de una amenaza de bomba. Cerca del mediodía la central de emergencia del 911 recibió un llamado anónimo sobre la supuesta colocación de un artefacto explosivo en la sede de la mutual judía ubicada en Uriburu al 650. Personal policial especializado revisó el lugar y no encontró ningún “objeto sospechoso ni nada extraño” ni en esa ni en la otra sede de la AMIA.

Según detallaron en el Ministerio de Seguridad de la Nación, quien llamó al 911 fue un hombre que advirtió que no sólo explotaría la sede de la AMIA, sino también el Instituto Ameghino, ubicada en Avenida Córdoba y Agüero.

Ante la amenaza, se ejecutó en forma inmediata el protocolo correspondiente y se mando personal del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) a ambas sedes. En ambos lugar se verificó que la advertencia era falsa.

El edificio de la mutual judía amenazado fue el que está en Uriburu entre Viamonte y Tucumán. Allí funcionan el Centro integral de adultos mayores, la oficina central del Servicio de empleo y diferentes programas sociales de la entidad. “El gran problema que tuvimos es que los abuelitos, gente muy mayor, ha vivido momentos muy desagradables”, manifestó el presidente de la AMIA, Tomás Saieg. Agregó que “cuando se evacuó el edificio, hubo que sacarlos con enorme dificultad junto con el personal de AMIA y sus familiares, que se acercaron a ver qué pasaba con sus abuelos” y relató que ellos “no entendían lo que estaba pasando en un momento de tanta confusión”. “Fueron dos horas de mucho estrés para todos nosotros y especialmente para los adultos mayores”, resumió Saieg sobre el tiempo que pasó entre la amenaza y el momento en que se constató que no había ningún artefacto explosivo.

“De manera preventiva, la policía dispuso el corte de la calle Uriburu y la Brigada de Explosivos efectuó la revisión correspondiente con resultado negativo. Mientras se realizó el reconocimiento del lugar, debieron interrumpirse los programas solidarios que se desarrollan diariamente en dicha sede. El personal y los concurrentes fueron evacuados. Una vez finalizada la revisión, las actividades se reanudaron normalmente”, detalló la AMIA en un comunicado que difundió tras la inspección policial

La entidad judía exigió a las autoridades que “se adopten todos los esfuerzos necesarios para investigar el origen y naturaleza de la amenaza recibida”. 

“Lejos de querer generar intranquilidad o preocupaciones desmedidas, AMIA se ve en la obligación de recordar que el hecho de haber sido elegida como blanco del terrorismo internacional hace ya más de 22 años –en un atentado que causó la dolorosa pérdida de 85 vidas y 300 heridos– obliga a esta institución demandar los mayores niveles de seguridad y prevención, y prestar máxima atención a este tipo de provocaciones destinadas a sembrar alarma y temor”, enfatizó el breve comunicado.