Después de casi dos meses de ausencia, el español Rafael Nadal intentará regresar esta semana en el Masters 1000 de París con la misión de defender el número uno del mundo del asedio del serbio Novak Djokovic. Nadal, que no juega desde que se retiró de la semifinal del Abierto de Estados Unidos ante Juan Martín del Potro el 7 de septiembre por una lesión en el tendón rotuliano de la rodilla derecha, cuenta apenas con 215 puntos de ventaja sobre un Djokovic que avanza a todo vapor, y que llega a París en llamas tras haber ganado en los últimos meses los títulos en Wimbledon, el Abierto de Estados Unidos, Cincinnati y Shanghai y con una ecuación muy sencilla: alcanzar una ronda más que Nadal en la capital francesa. Eso le bastaría para retornar a la cima el 5 de noviembre. Si ambos caen en la misma instancia, entonces será el español el que seguirá una semana más como líder de la clasificación.
Nadal estará atento a lo que haga Djokovic pero, como muchas otras veces en su carrera, su principal preocupación es su propio físico. El estado del español en el final de la temporada es una enorme incógnita, aunque en los últimos días se entrenó en París y todo indica que se presentará el miércoles ante el ganador de duelo entre su compatriota Fernando Verdasco y el francés Jeremy Chardy.
“Estar en París me hace muy feliz. No es una situación nueva para mí. Es algo que ha ocurrido en mi carrera en varias ocasiones, así que conocemos el proceso y las cosas que funcionan”, dijo Nadal en la capital francesa.
“Intentaremos seguir nuestro camino con calma y manteniendo el optimismo cada jornada. Sabemos que las cosas no van a cambiar de un día para otro con este tipo de lesiones. Vamos a ir día a día”.
Desde su abandono en el US Open, Nadal apenas se ha pronunciado sobre su lesión y sus tiempos de regreso. En los últimos días, sus allegados señalaron que existían tres alternativas: regresar en París, hacerlo en el Masters de Londres, que se juega del 11 al 18 de noviembre, o directamente en la siguiente temporada.
La experiencia del año pasado, en la que Nadal tuvo que dejar lesionado tanto el torneo de París –en cuartos de final– como el Masters de Londres, invita a la prudencia. Sin embargo, la posibilidad de defender el número uno y de jugar dos torneos que nunca pudo conquistar en su exitosa carrera seducen al español. “No es ningún secreto que es una ciudad muy especial para mí. Tengo una motivación diferente por regresar”, dijo Nadal sobre París, el lugar donde ganó once veces Roland Garros.
En las últimas semanas, el español realizó un tratamiento conservador, sin intervención quirúrgica, para recuperarse de su ya recurrente lesión en la rodilla. Aunque también tuvo tiempo para mostrar otras facetas de su vida: colaboró como uno más en las tareas de limpieza tras las graves inundaciones de Mallorca y anunció la apertura de un centro deportivo en México en noviembre.
Ahora, espera volver a hacer lo que más le gusta. Su primer rival será la rodilla, pero no el único. Djokovic está otra vez en su mejor nivel y tiene todo a su favor para retornar a la cima. “Están viendo al nuevo Novak”, dijo en Shanghai el tenista de 31 años. “Encontré de nuevo la fórmula del éxito y ahora quiero mantenerme a este nivel todo lo que pueda”.
El serbio, que ganó 27 de los últimos 28 encuentros y 18 en forma seguida, debutará en París ante el portugués Joao Sousa, que ayer derrotó en la primera ronda al italiano Marco Cecchinato por 7-5 y 6-3.