–¿Se juntan al fin? –insiste un votante de izquierda.
–Esa es la idea, pero no en una unidad vacía y electoralista, sino a partir de coincidir en una estrategia y un plan anticapitalista –responde un dirigente del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT).
La propuesta surgió del PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas), uno de los principales miembros del FIT, durante su acto en Argentinos Juniors para que las diversas fuerzas políticas que “levanten un programa anticapitalista, de independencia de clase, obrero y socialista” conformen un partido unificado de la izquierda. Desde el PO (Partido Obrero) expresaron que es “auspicioso el inicio de intercambios hacia la construcción de una fuerte herramienta política que pueda dar una respuesta revolucionaria, obrera y socialista frente a la crisis capitalista, del gobierno y su régimen político”, y ahora se abre una etapa de reuniones entre las distintas agrupaciones. Autodeterminación y Libertad (AyL), el partido de Luis Zamora, y el Nuevo MAS están dentro de la ronda de deliberaciones, así como otras organizaciones con las que logren acuerdos programáticos más que ideológicos, es decir que la matriz trotskista no sería excluyente. En la mesa nacional del FIT ya acordaron acciones unitarias para el día del tratamiento del Presupuesto en el Senado y la visita del G20, así como la edición de un boletín y la instalación de mesas para que se exprese la militancia de todo el país.
En una carta dirigida a las direcciones del PO y de Izquierda Socialista (IS), “a las organizaciones que se reclaman de la izquierda obrera y socialista, y a las y los luchadores de la clase trabajadora, del movimiento estudiantil y del movimiento de mujeres”, Nicolás del Caño hizo pública la iniciativa. “Las fuerzas para derrotar el saqueo vienen desde abajo: la enorme marea verde que inundó las calles por el derecho al aborto, el movimiento estudiantil y los trabajadores que enfrentan el ajuste, como los del Astillero Río Santiago, del Hospital Posadas, de la Planta de Agua Pesada en Neuquén, los mineros de Río Turbio, Télam, entre muchos otros”, expresó. El diputado trotskista aclaró los límites de la unidad que proponen. “Nuestro planteo no es un partido en común de ‘reformistas y revolucionarios’ o de los ‘anticapitalistas’ en general sino de quienes compartimos la estrategia de construir un partido revolucionario de la clase trabajadora”, dijo. Y agregó que esta “unidad en una escala superior” que nace luego de siete años de existencia del FIT porque es “una necesidad objetiva cuando los de arriba nos han declarado la guerra y el avance de Bolsonaro en Brasil es una dura advertencia para los trabajadores y el pueblo argentino de las salidas a las que apuestan las clases dominantes para imponer sus planes, por lo cual tenemos que prepararnos para un escenario de mayor lucha a escala local y regional”. En nombre del PTS, explicó que pretenden “un partido que rechace los acuerdos oportunistas con la centroizquierda que quiere mantener este sistema, que conquiste fuerza propia y no pretenda reemplazar esto con acuerdos oportunistas con sectores burocráticos, en definitiva un partido donde podamos debatir fraternalmente las diferencias y logremos una disciplina común en la acción para golpear con un solo puño en la lucha de clases”.
El otro socio mayoritario del FIT, el Partido Obrero, emitió una respuesta al PTS desde su dirección nacional. Además de marcar algunas diferencias, puso énfasis en “caracterizar” y “delimitar” el momento. “La izquierda revolucionaria tiene la obligación de presentarlo de este modo a las masas, y ofrecer un planteo de poder: que se vayan Macri y el régimen corrupto de pejotistas y kirchneristas, Constituyente Soberana que asuma el poder político para ejecutar las transformaciones sociales y políticas a costa del capital”, manifestó la directiva. A su criterio, antes de hablar de un “partido unificado” es necesario fortalecer al FIT con un plan de acción y un planteo conjunto, que incluya “un Congreso de Bases de los sindicatos y centrales obreras para impulsar un plan de lucha hasta la huelga general”.
Para el histórico dirigente del PO, Jorge Altamira, “la izquierda tiene un desafío estratégico que consiste en que el FIT desarrolle una campaña de agitación, organización y reclutamiento con la consigna “fuera Macri y los gobernadores”. Altamira recordó que el PO “desde siempre propuso el debate político para la creación de un partido unificado, con la presentación de un programa sobre el cual todos los militantes expresen su punto de vista”. Sin embargo, aclaró que esto no puede darse sin una campaña de agitación del FIT sobre “la grave crisis que vivimos, con la participación activa de los obreros, los luchadores y los votantes del Frente”. Y enfatizó que “la polémica que surja por la conformación de ese partido debe ser integrada a esa campaña como contribución al desarrollo de una estrategia y no como una pelea de un grupo contra otro”.